"Tratar de cambiar el mundo está en mi naturaleza"
Da gusto verla comer.
La canadiense Ann Duffy es responsable de Sostenibilidad de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno (Vancouver, febrero de 2010) y acaba de explicar en Madrid la revolución que trae debajo del brazo. Como se ha pasado la mañana hablando en diferentes reuniones, llega con hambre y sed.
Pregunta por el pescado, encarga una dorada a la sal, pide vino blanco y empieza a hablar. Es una mujer con una misión: "La sostenibilidad es tomar decisiones inteligentes, de ahorro y eficacia, de mercados nuevos, de integración". Se adueña de la libreta y dibuja diagramas y...
Da gusto verla comer.
La canadiense Ann Duffy es responsable de Sostenibilidad de los próximos Juegos Olímpicos de Invierno (Vancouver, febrero de 2010) y acaba de explicar en Madrid la revolución que trae debajo del brazo. Como se ha pasado la mañana hablando en diferentes reuniones, llega con hambre y sed.
Pregunta por el pescado, encarga una dorada a la sal, pide vino blanco y empieza a hablar. Es una mujer con una misión: "La sostenibilidad es tomar decisiones inteligentes, de ahorro y eficacia, de mercados nuevos, de integración". Se adueña de la libreta y dibuja diagramas y círculos. "Es un esquema mental que asume impactos y oportunidades ambientales, sociales y económicas para hoy y mañana, con perspectiva local y global".
Esta experta en medioambiente lanza la revolución sostenible olímpica
¿Por ejemplo? "El agua de los servicios de la villa olímpica y de las pistas de hielo saldrá de la lluvia recogida en tejados especiales. El diseño maximizará el uso de luz natural y ahorrará electricidad; se capturará el calor de la refrigeración de las pistas para reforzar la calefacción".
El techo de la pista olímpica de patinaje es de una madera de pinos afectados por una plaga de escabarajos que la dejan teñida de azul; antes se tiraba. "Ahora hemos usado más de 100.000 metros cuadrados de esa madera y el resultado es una excelente estructura arquitectónica, muy atractiva, con sus vetas azules".
Hablando de colores. El salmorejo deslumbra a Ann Duffy: "Delicioso. Y qué bonito queda en el plato. ¿Cómo se hace?". Theresa, la coproprietaria del restaurante -una norteamericana que lleva 17 años en España- se lo explica.
Seguimos. "La Villa Olímpica está en Southeast False Creek, donde había astilleros e industrias. Estaba muy contaminado. El Ayuntamiento limpió la zona y ahora se construye un complejo que albergará a los deportistas y que luego saldrá al mercado, con viviendas sociales y servicios -escuelas, un centro comunitario, parques- que no había antes. Y eliminamos las barreras para minusválidos, desde el aterrizaje en el aeropuerto hasta las instalaciones".
Después de Vancouver "no podrá haber unos juegos que no sean sostenibles. Todas las ciudades deben pensar en el impacto social, económico y ambiental y en el legado, en lo que quedará. Visto así, es mucho más fácil entender y aprobar un presupuesto extraordinario, un gasto elevado".
¿Por qué se mete en estos líos? "Porque tratar de cambiar el mundo está en mi naturaleza. Y porque viví en Calgary en 1988 y vi cómo puede transformarse una ciudad a través de unos juegos olímpicos. Éste es un gran momento para la participación estilo Obama, para conectar con la gente, para movilizarse".
De nuevo la mesa: "¡Qué preciosidad! Voy a hacer una foto al plato. No, no se quite". Dorada a la sal con periodista al fondo.
Duffy -que esquía desde que tenía cuatro años, ha hecho triatlón y juega al tenis- cree en el deporte como metáfora social, en la nueva sensibilidad sobre los recursos limitados y en la globalización mental. "Hay que pensar de manera más amplia para adoptar soluciones prácticas a los problemas. No podemos tomar una solución medioambiental prescindiendo de su impacto económico y social, y al revés. Ahora entendemos que todo está interconectado."