La cara de la selección

Le llaman chori, nació hace 23 años en Marchant (Valencia) y, aunque ha oído que el Madrid le quiere, no parece preocupado por otra cosa que no sea ganar mañana a Estados Unidos en la Copa Confederaciones y ganar de una maldita vez una partida de la PlayStation a Piqué y Busquets. "Nos tienen fritos. No hay quien pueda con ellos", sostiene un tipo que hace cinco años miró a la muerte a los ojos.

"Iba camino de Getafe y llovía", recordaba ayer Albiol sin mayor preocupación. El coche se salió en una curva y él se despertó en un helicóptero. Pasó 17 días en la UCI, le fue ext...

Le llaman chori, nació hace 23 años en Marchant (Valencia) y, aunque ha oído que el Madrid le quiere, no parece preocupado por otra cosa que no sea ganar mañana a Estados Unidos en la Copa Confederaciones y ganar de una maldita vez una partida de la PlayStation a Piqué y Busquets. "Nos tienen fritos. No hay quien pueda con ellos", sostiene un tipo que hace cinco años miró a la muerte a los ojos.

"Iba camino de Getafe y llovía", recordaba ayer Albiol sin mayor preocupación. El coche se salió en una curva y él se despertó en un helicóptero. Pasó 17 días en la UCI, le fue extirpado el bazo y guardó reposo durante dos meses más. "Pensé que no volvería a jugar. Fue una pesadilla. Sé que pude morir aquel día. Por eso, ahora, no pierdo el tiempo en muchas tonterías. La vida es demasiado bonita. Disfruto cada segundo porque sé que puede ser el último", reconoce el defensa. "Se trata de ser feliz y tratar de que lo sean los que te rodean en cada momento", prosigue. Albiol dice que si de algo está orgulloso es de los valores que le inculcaron sus padres, que desde hace 20 años regentan una administración de lotería en su pueblo. "Me enseñaron la cultura del esfuerzo, que sin trabajo no consigues nada", explica.

"Debo ser más duro. Sé que he de mejorar muchas cosas para seguir creciendo"

"El chori es un fenómeno", sostiene Arbeloa, uno de sus mejores amigos en el equipo. Pocos futbolistas son tan queridos como el central del Valencia en esta selección, hasta el punto de que Casillas sostiene una teoría: "Si le tuvieras que poner cara al ambiente de este grupo, sería la suya. Albiol es la cara de esta selección porque suma todo lo bueno de este equipo", sostiene el capitán español. Pablo Hernández le conoce de las divisiones inferiores del Valencia. Hoy compañeros en Mestalla y en la selección, el extremo advierte que Albiol es de los que "da el callo y no hacen ruido". "En su caso", tercia Cazorla, "eso de que es mejor persona que futbolista se cumple al ciento por ciento. Y como futbolista es buenísimo".

Por eso Albiol está donde está. Según Vicente del Bosque, se trata de un central "muy rápido, bueno en la salida del balón. No lo rifa. Como debe ser. Y va muy bien de cabeza. A los 23 años, puede seguir creciendo. Así que hay central para rato". En ese sentido, Xabi Alonso destaca que Albiol "tiene una madurez sorprendente para lo joven que es".

El propio Albiol se exige mejorar la contundencia: "Debo ser más duro". "Sé que he de mejorar muchas cosas para seguir creciendo", asiente al tiempo que se reconoce distraído: "No soy el más despistado del grupo, pero confieso que lo soy".

"Lo que es, sin duda, es un pedazo de persona y un excelente futbolista", tercia Xavi. "Es rápido, va bien de cabeza, tiene calidad, es muy bueno", añade Piqué. "Sólo soy alguien con suerte", se define Albiol. "Por estar vivo", añade. "Y por estar en este equipo incomparable", cierra el defensa que desde hace tres meses ha renunciado a su gran pasión, el cine, por los amores de su vida: su compañera Alicia y la hija de ambos, llamada Azahar.