Reportaje:

Relevo generacional sin mujeres

Partidos y sindicatos renuevan sus cúpulas sólo con hombres - El poder en diputaciones, ayuntamientos, cajas y universidades lleva nombre de varón

La derrota de Manuel Fraga hace ahora cuatro años y la caída de todo un régimen que gobernó Galicia durante 16 años inició el relevo generacional en una tierra donde no pasaba nada. La corta estancia del bipartito en el poder ha acelerado el cambio de caras. En los últimos cuatro años los principales partidos, todos los sindicatos y el Tribunal Superior de Xustiza han renovado a sus líderes.

Ni una sola mujer asoma a la primera línea institucional. Todos hombres, incluido el presidente de la patronal, Antonio Fontenla, que sobrevive a cualquier cambio. A Fraga le sucedió Feijóo, el PSde...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La derrota de Manuel Fraga hace ahora cuatro años y la caída de todo un régimen que gobernó Galicia durante 16 años inició el relevo generacional en una tierra donde no pasaba nada. La corta estancia del bipartito en el poder ha acelerado el cambio de caras. En los últimos cuatro años los principales partidos, todos los sindicatos y el Tribunal Superior de Xustiza han renovado a sus líderes.

Ni una sola mujer asoma a la primera línea institucional. Todos hombres, incluido el presidente de la patronal, Antonio Fontenla, que sobrevive a cualquier cambio. A Fraga le sucedió Feijóo, el PSdeG sustituyó a Touriño por Manuel Vázquez, y en el Bloque, donde mandaba Quintana, ahora lo hace Guillerme Vázquez. Sólo en la segunda línea aparecen figuras emergentes como Bar Barcón, portavoz de la Ejecutiva socialista, y Teresa Táboas, coordinadora del mismo órgano en el Bloque.

Como excepciones hay dos 'superdelegadas' en Lugo y Vigo Los grandes empresarios y banqueros gallegos son hombres
Las centrales sindicales critican a la Xunta pero copian sus fórmulas

Los grupos parlamentarios de las tres fuerzas tampoco han ganado en presencia femenina más allá de las obligaciones que establece la ley de paridad. Manuel Ruiz Rivas, Xaquín Fernández Leiceaga y Carlos Aymerich se sientan en esos escaños preferentes. Y sólo en los bancos de atrás figura el porcentaje de mujeres que exige el cupo legal. Al menos la cámara tiene presidenta, tanto ahora como hace cuatro años.

La polémica por la escasez de mujeres ha llegado a los tribunales para poner en duda el Consello de la Xunta, máximo órgano de Gobierno de la comunidad. Cuando Alberto Núñez Feijóo designó a los conselleiros, el PSdeG dio la voz de alarma. Acusó al presidente de incumplir la Ley de Igualdad que aprobó el Parlamento en 2006, con la abstención del PP. Cuatro mujeres frente a siete hombres, incluido el propio Feijóo, pasaron a integrar el Consello de la Xunta, en total un 36,4% de representación femenina. Los socialistas apelaron esta semana al Tribunal Superior de Xustiza para establecer el equilibro del 40% como mínimo que marca la ley.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Mientras socialistas y populares comenzaron un debate conceptual -el PP sostiene que el presidente es ajeno al Consello para que le salgan las cuentas-, Feijóo fue completando su Gobierno.

Desde abril, una aplastante mayoría de varones se ha hecho con los principales cargos de responsabilidad, los mandos intermedios y sobre todo los puestos de dirección en la administración paralela (Portos de Galicia, CRTVG y Xacobeo). Son excepciones, Raquel Arias, superdelegada en Lugo, y Lucía Molares, con el mismo cargo en Vigo. Para lanzar su candidatura a la alcaldía en esta última ciudad, el PP aupó a Corina Porro a la presidencia del puerto.

Los órganos fiscalizadores cuyos representantes designan los partidos corren una suerte similar. Los hombres mandan en el Consello Consultivo, en el Consello de Contas y en el Consello Escolar, donde prácticamente ocupan el 100% de representación. Ellos presiden el Consello da Cultura, la Real Academia Galega y por supuesto las tres universidades que todavía no han conocido a la primera rectora.

Las cuatro diputaciones tienen presidente y las siete ciudades -donde mandan PSdeG o Bloque-, alcalde.

Las que le siguen en población, Ribeira y Lalín, en manos del PP, también están gobernadas por hombres.

Este panorama ha alarmado a UGT, CC OO y CIG. "Curiosamente en los ámbitos escolar y universitario la presencia femenina es amplísima en la base, pero el PP arrasa con los pasos para la igualdad que dio el bipartito", sostiene Isabel Simal desde Comisiones Obreras. Carmen Brea, de UGT, se muestra también pesimista. "El PP está empeñado en el claro retroceso de la igualdad".

Pero las cúpulas de esos mismos sindicatos no predican precisamente con el ejemplo. Tampoco reservan espacio para ellas, al menos en la primera línea. En los últimos tiempos, UGT jubiló a Suso Mosquera para dar entrada a José Antonio Gómez. La secretaría xeral de Comisiones Obreras que ocupaba Xan María Castro, es ahora para Xosé Manuel Sánchez Aguión. CIG que elige líder este fin de semana presenta cuatro listas. Todas ellas están encabezadas por hombres.

Fuera de las instituciones, el poder económico lleva también más pantalones que faldas. Ellos son las cabezas visibles de las cajas de ahorros, José Luis Méndez y Julio Fernández Gayoso, y el del Banco Pastor, José María Arias. Entre los grandes empresarios apenas emerge Rosalía Mera, ex mujer de Amancio Ortega.

La Justicia también es masculina

El incumplimiento de la paridad se extiende como una mancha por partidos e instituciones. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, cuya Sala de lo Contencioso debe resolver el recurso presentado por el PSdeG contra la composición del Consello de la Xunta, está integrado también por una mayoría de hombres. El alto tribunal gallego fue recientemente renovado. El Consejo General del Poder Judicial designó a finales de 2008 a Miguel Ángel Cadenas para presidirlo. Salvo una mujer, el resto son todos magistrados.

El máximo órgano judicial de Galicia reproduce el esquema social: los varones ocupan los cargos de máxima responsabilidad pese a que en la judicatura las mujeres ocuparon todos los puestos en la última promoción de jueces y fiscales, en 2008.

"Ganamos las oposiciones, pero no optamos a los cargos que se dan a dedo", resume la secretaria de Igualdad de UGT, Carmen Brea.

El nombramiento del fiscal superior, Carlos Varela, obedece a ese mismo patrón. Por debajo de él, todos los fiscales jefes también son hombres.

Las secretarías generales de partidos políticos y sindicatos aseguran que de momento, "no es fácil colocar a mujeres en la cúpula". En el penúltimo congreso, el PSdeG ascendió a Mar Barcón como número tres a la secretaría de organización. El liderazgo de Manuel Vázquez, quien la ha mantenido en el organigrama, no varía su posición.

La convulsión que vive el BNG ascendió a Teresa Táboas como coordinadora de la Executiva. El poder en el PP lleva corbata. A su cúpula no ha asomado una sola mujer.

Archivado En