Crónica:15º título del Barça

Un campeón con mayúsculas

El Barça no perdona y recupera ante el Tau el trono de la ACB cinco años después

Aprovechando su primera oportunidad y al calor de su público, el Barça recupera el trono de la ACB. Fue un triunfo incuestionable, basado en la gran variedad de recursos de su profunda plantilla y que le ha hecho llegar a esta final en plenitud de facultades. Todo lo contrario que el Tau, al que los problemas físicos que ha ido acumulando ha condicionado toda la serie. Aún así, su comportamiento ha sido de una gallardía extraordinaria, como se demostró en este último encuentro, en el que se resistió a su suerte con lo poco sano que le quedaba.

El éxito blaugrana confirma un cambio de je...

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Aprovechando su primera oportunidad y al calor de su público, el Barça recupera el trono de la ACB. Fue un triunfo incuestionable, basado en la gran variedad de recursos de su profunda plantilla y que le ha hecho llegar a esta final en plenitud de facultades. Todo lo contrario que el Tau, al que los problemas físicos que ha ido acumulando ha condicionado toda la serie. Aún así, su comportamiento ha sido de una gallardía extraordinaria, como se demostró en este último encuentro, en el que se resistió a su suerte con lo poco sano que le quedaba.

El éxito blaugrana confirma un cambio de jerarquía en el baloncesto español, un cambio que comenzó a fraguarse en la eliminatoria de cuartos de final de la Euroliga. La clasificación del Barça para la final de Berlín produjo un efecto multiplicador en la confianza de los jugadores de Xavi Pascual, además de romper una racha muy negativa en sus enfrentamientos con el Tau.

REGAL BARCELONA 90 - TAU VITORIA 77

Regal Barcelona: Lakovic (5), Basile (17), Navarro (19), Andersen (18) y Santiago (0) -equipo inicial-; Trias (0), Vázquez (18), Ilyasova (0), Sada (4) y Grimau (9).

Tau Vitoria: Prigioni (13), Rakocevic (20), Vidal (7), Splitter (15) y McDonald (2); Teletovic (3), Lucas (0), San Emeterio (11) y Mickeal (6).

7.716 espectadores en el Palau Blaugrana. El Barça gana la final por 3-1.

Tras unos meses de adaptación, Andersen es una pieza capital junto a Navarro
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Esta liberación se ha visto confirmada en la final, donde los azulgranas han estado un peldaño por encima en intensidad, eficacia defensiva y número de jugadores eficientes. Uno de los causantes ha sido Andersen. Después de unos primeros meses de adaptación ha terminado convirtiéndose en una pieza capital a sumar al liderazgo de Navarro, la demoledora capacidad tiradora de Basile, la versatilidad de Ilyasova o el poderío aéreo de Fran Vázquez. Tantos hombres han sumado que las cuentas les han terminado por salir.

El cuarto y último acto de la final fue una continuación de lo visto en el tercero. El Barça, más pujante si cabe al verse tan cerca del éxito, lo dominó de cabo a rabo. Ivanovic puso en pista lo mejor de lo que le quedaba. Mickeal se quedó en el banquillo, Vidal tomó su puesto y Splitter formó parte del quinteto inicial que salió con la intención de cargar el juego en los pocos sitios donde les quedaba superioridad: los uno contra uno del brasileño cerca de canasta. La intención era buena, y de hecho cobró dos faltas en el haber de Santiago en poco más de un minuto, pero la buena noticia no fue tal. Salió en su lugar Vázquez, se tomó el asunto como algo personal, y de Splitter ya no se tuvieron noticias. A Rakocevic, por su parte, el Barça le puso doble tarea. En defensa se las veía con Navarro, una vez más en su papel de genio, y cuando atacaba debía sufrir la persecución de Basile, Grimau e incluso Sada. Solo cuando el asunto se tornó una misión imposible (57-41, mitad del tercer cuarto), Rako pudo hacer algo. Total, que a pesar de la resistencia de Prigioni con sus triples, el Tau se quedaba corto en comparación con la suma de los jugadores azulgranas. El partido cogió a los pocos minutos una dirección, la del dominio blaugrana, para nunca mirar hacia el otro lado, ni siquiera cuando el orgullo vitoriano logró bajar la diferencia por debajo de los diez puntos (80-72). Pero entonces apareció Basile, y luego Navarro, y las luces del Tau se apagaron definitivamente.

Título para el Barça que confirma que a ciertas alturas, la cantidad es tan importante como la calidad. Su crecimiento durante el año ha sido destacable, y de aquel conjunto deslavazado que vimos por ejemplo en la Copa, se ha pasado a un colectivo solidario y que con muy pocos ajustes, pueden ver el futuro de una forma amigable.

Los jugadores y los técnicos del Barça posan con el título de Liga recién conquistado.VICENS GIMÉNEZ

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