"Es un título que quedará para siempre"

Pau considera que el equipo angelino deberá jugar mejor y más duro para rematar en Orlando

Llega Pau Gasol al Amway Arena de Orlando con paso cansino y una redecilla a la espalda con sus zapatillas de entrenamiento. Como si fuera un día más en la oficina. La estampa es sólo pura apariencia. La misa va por dentro. Puede ser el último entrenamiento de una temporada histórica para Pau Gasol y para el deporte español. Un español puede proclamarse campeón de la NBA esta madrugada. Dominan los Lakers por 3-1. Nadie ha sido capaz de remontar esa desventaja en las 29 veces que se ha producido esa situación.

No será fácil. El 16 de los Lakers lo sabe por propia experiencia, por lo que...

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Llega Pau Gasol al Amway Arena de Orlando con paso cansino y una redecilla a la espalda con sus zapatillas de entrenamiento. Como si fuera un día más en la oficina. La estampa es sólo pura apariencia. La misa va por dentro. Puede ser el último entrenamiento de una temporada histórica para Pau Gasol y para el deporte español. Un español puede proclamarse campeón de la NBA esta madrugada. Dominan los Lakers por 3-1. Nadie ha sido capaz de remontar esa desventaja en las 29 veces que se ha producido esa situación.

No será fácil. El 16 de los Lakers lo sabe por propia experiencia, por lo que sintió y vivió el año pasado cuando la situación se dio a la inversa en la final ante los Celtics. "Ellos están contra la espada y la pared pero juegan ante su público. Van a darlo todo como lo hicimos nosotros entonces. No queríamos ver a Boston celebrando el título y abriendo el champán en nuestra pista, ante nuestra afición. Ellos van a intentar hacer lo mismo". Los Celtics perdieron aquel partido y remacharon el título en el Garden. Un año después son los Lakers los que tienen una ocasión inmejorable para conquistar su 15º título.

Estancado en Memphis

"Pese a que no va a ser sencillo y vamos a tener que jugar más duro y mejor, si cabe, que en el cuarto partido. La confianza y el deseo de ser campeones debe motivarnos y darnos energía para ganar", suelta Gasol. Subcampeón olímpico el año pasado y campeón del mundo con la selección en 2006, dos veces All Star, uno con Memphis y otro con los Lakers, el pívot español acaricia el mayor sueño de su carrera. "Es una pasada, un título importantísimo que quedará para siempre". La trascendencia del momento dispara las emociones. "Tenemos que gestionar ese punto de ansiedad ante este último partido. Tenemos que mantener la rutina, la calma y la concentración y salir a tope porque si nos distraemos no tenemos muchas opciones", advierte.

A sus 28 años, Gasol está en el punto álgido de su carrera. El anillo de la NBA premiaría su fantástica progresión como jugador en una Liga en la que cumple su octava su temporada y en la que se forjó en los Grizzlies durante seis temporadas y media antes de dar el salto a los Lakers, hace un año y medio. "Fue un cambio fundamental. Me sentí rejuvenecido. En Memphis estaba estancado. Cuando fui traspasado se me encendieron todas las luces", relata Gasol. "Me considero afortunado, pero me rijo por metas y motivaciones y quiero continuar teniéndolas, seguir creciendo como jugador", concluyó el pívot

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