38ª y última jornada de Liga

Un detenido a causa de los incidentes en el Ruiz de Lopera

El descenso del Betis a Segunda, después de empatar ante el Valladolid, provocó la reacción violenta de algunos aficionados béticos, que profirieron gritos e insultos contra el máximo accionista de la entidad, Manuel Ruiz de Lopera. Incluso uno de ellos consiguió entrar en el palco y encararse a gritos con el presidente del club, José León, sin que nadie pudiera evitarlo.

El ambiente en las calles aledañas al Ruiz de Lopera se fue caldeando. Familias con niños pequeños se vieron envueltas en una batalla campal entre policías y unos doscientos seguidores del club, que lanzaron vallas met...

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El descenso del Betis a Segunda, después de empatar ante el Valladolid, provocó la reacción violenta de algunos aficionados béticos, que profirieron gritos e insultos contra el máximo accionista de la entidad, Manuel Ruiz de Lopera. Incluso uno de ellos consiguió entrar en el palco y encararse a gritos con el presidente del club, José León, sin que nadie pudiera evitarlo.

El ambiente en las calles aledañas al Ruiz de Lopera se fue caldeando. Familias con niños pequeños se vieron envueltas en una batalla campal entre policías y unos doscientos seguidores del club, que lanzaron vallas metálicas y piedras a la entrada principal del estadio. La policía intervino con unidades a caballo y antidisturbios para tratar de contener a los seguidores, que formaron una barricada con contenedores de basura en medio de la carretera. Una persona fue detenida por alteración del orden público, según fuentes policiales. El lanzamiento de objetos contundentes acabó con varios heridos con brechas en la cabeza, que tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos.

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Un grupo de 150 seguidores, molestos con la gestión de Lopera, se dirigió a su domicilio en Sevilla, en la calle de Jabugo. Dos coches de la policía con seis agentes acordonaban el acceso al edificio, donde también se encuentran las oficinas del club.

A pesar de lo que estaban ocurriendo fuera del estadio, la web del Betis parecía mantenerse al margen. Ni una sola mención al partido ni a los incidentes. Tampoco comentaron nada los jugadores, que se marcharon a buscar sus coches a un aparcamiento cercano, donde les esperaban varios aficionados. El único representante del Betis que dio la cara fue el entrenador, Josep Maria Nogués. Pero sus palabras sólo se refirieron al partido y a la decepción por el descenso. De los altercados, ni una sola palabra.

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