Crónica:Giro

Y dentro de un mes, el Tour

Desde Pantani en el 98, ningún ganador del Giro va a Francia con aspiraciones de victoria: Menchov será el primero

El mismo que hace el chiste de que si Di Luca va al baño seguro que Menchov va también detrás de él, pregunta al ruso en rosa que si se irá también con Di Luca a Pescara, donde vive el abrucense en ciclamino. "Lo siento, pero no puedo", dice riéndose a carcajadas el ruso que seguramente ganará hoy, en la contrarreloj de Roma (14,4 kilómetros para los que parte con 20s de ventaja), el Giro del centenario. "No tengo vacaciones, en julio debo correr el Tour". Di Luca, generoso como siempre, entra al juego. "De todas formas no le echaré mucho de menos", dice el italiano, que ha vivido sin maravill...

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El mismo que hace el chiste de que si Di Luca va al baño seguro que Menchov va también detrás de él, pregunta al ruso en rosa que si se irá también con Di Luca a Pescara, donde vive el abrucense en ciclamino. "Lo siento, pero no puedo", dice riéndose a carcajadas el ruso que seguramente ganará hoy, en la contrarreloj de Roma (14,4 kilómetros para los que parte con 20s de ventaja), el Giro del centenario. "No tengo vacaciones, en julio debo correr el Tour". Di Luca, generoso como siempre, entra al juego. "De todas formas no le echaré mucho de menos", dice el italiano, que ha vivido sin maravillarse la experiencia de observar día tras día que su sombra tenía la forma y el color rosa de un ruso de Orel habitante de Pamplona. "Y disfrutaré viendo el Tour por televisión".

El Tour. Apenas se despidan hoy de Roma desde lo alto de la colina del Quirinal, donde el presidente Napolitano los recibirá, los grandes del Giro ya tendrán su cabeza en la gran fiesta ciclista del año, en la grande boucle, para la que queda un mes. Si no todos -Di Luca y Basso son personas no gratas-, sí al menos tres: Menchov -ganador de Vuelta y casi de Giro tiene aún una deuda pendiente en Francia-, Sastre -dorsal número 1 el 4 de julio en Mónaco como ganador en 2008- y Armstrong, que culminará en París la resurrección iniciada en invierno con el anuncio de su regreso tras despedirse del ciclismo desde el podio de su séptima victoria en los Campos Elíseos.

Hay, de todas maneras, preguntas inoportunas. "Y el próximo año, ¿al Tour?", le preguntan, aduladoramente al joven debutante francés Arnold Jeannesson (23 años), en la cima del Vesubio. Y él, educado, coge fuerzas: "Tranquilo, tranquilo".

"Tranquilo, tranquilo", dice también Carlos Sastre, sin aliento tras ganar en el cráter. "Ahora sólo pienso en descansar. Ya pensaré en el Tour, soy un hombre que piensa al 100% en el momento, que no mira nada a lo lejos. Tardaré en recuperarme de este esfuerzo, pero tengo todo un mes. Ha sido un Giro durísimo, de mucho calor, de mucho estrés, no he tenido ni un día de descanso... El Tour es otra cosa, es más tranquilo".

Alberto Contador, a quien Menchov vota como favorito para el Tour, entiende el estado mental de Sastre. "Cuando terminas una carrera de tres semanas lo que menos quieres es pensar en la siguiente", dice el chico de Pinto por teléfono desde Francia, donde ha pasado la última semana recorriendo y conociendo los puertos de los Alpes y la contrarreloj de Annécy. Ha sido su última excursión en mayo, después de una concentración en Almería y el recorrido de las etapas pirenaicas. Dentro de una semana, disputará, sin especial ambición, la Dauphiné Libéré. "Pero para nada es una ventaja no haber corrido una de tres semanas antes, si no, todo el mundo se reservaría para el Tour. Hay un mes entre las dos, tiempo suficiente para asimilar bien los esfuerzos, y más si han planificado bien la forma de afrontarlo, corriendo poco y tranquilamente antes".

Desde Pantani, que hizo el doblete en el 98, en vísperas del septenado de Armstrong, ningún ganador de Giro acudía al Tour del mismo año con aspiraciones de victoria. Menchov será el primero desde entonces. "Ya estoy en la buena edad, 31 años, y tengo madurez, experiencia y confianza para atacar las dos", dice Menchov, que dominó ayer la jornada como un verdadero patrón en rosa. Di Luca no había escondido su intención de recuperar la rosa con las bonificaciones, pero no sólo no lo consiguió, sino que perdió 2s más con Menchov en la meta volante a la que llevó al pelotón a toda velocidad. "A nosotros no nos gusta luchar por las bonificaciones, pero si ellos querían guerra, entraríamos", dijo Menchov, que sorprendió a Di Luca en la meta volante. No rehecho del golpe psicológico, Di Luca ni peleó por la victoria en la meta de Agnani, sonde se impuso el belga Philippe Gilbert. "He terminado el Giro mejor que lo empecé. Tengo tiempo para recuperar", dice Menchov. "Pero él tiene 31 años, y yo tengo 34", dice Sastre, que no esconde ni su cansancio ni su decepción por no subir al podio de Roma.

"De todas formas", dice Contador, "a quien mejor le ha venido el Giro es a Armstrong. Por lo de la clavícula empezó falto de ritmo, pero poco a poco ha ido avanzando y estando delante. Va a mejor. Pero a mí no me preocupa para nada".

20ª etapa: 1. P. Gilbert (Bel/S.-Lotto), 4h 30m 7s. General: 1. D. Menchov (Rus/Rab), 85h 44m 5s. 2. D. Di Luca (Ita/Lpr), a 20s. 3. F. Pellizotti (Ita/Liq), 1m 43s. 4. C. Sastre (Cer), a 2m 44s. 5. I. Basso (Ita/Liq), a 3m 37s. 12. L. Armstrong (EEUU/Ast), a 15m 4s.

De izquierda a derecha, Armstrong, Sastre y Menchov, durante el Giro.AP / EFE

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