Necrológica:

Ninel Kurgápkina, bailarina y maestra del Kirov-Marinskii

Fue la primera pareja escénica de Nureyev y Barishnikov

Ninel Alexandrovna Kurgápkina falleció el 8 de mayo en un accidente de tráfico en una carretera secundaria cerca de San Petersburgo, mientras volvía a la ciudad desde su dacha. Nacida en esta ciudad, entonces Leningrado, el 13 de febrero de 1929, su teatro, el Kirov-Marinskii, le organizó recientemente un homenaje con muchas de sus discípulas, hoy grandes estrellas mundiales.

Era toda una institución, cerca del mito, pues tras haber sido la primera partenaire de Rudolf Nureyev (ella tenía 30 años y él, 21), fue seleccionada para repetir la operación con un jovencísimo Mija...

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Ninel Alexandrovna Kurgápkina falleció el 8 de mayo en un accidente de tráfico en una carretera secundaria cerca de San Petersburgo, mientras volvía a la ciudad desde su dacha. Nacida en esta ciudad, entonces Leningrado, el 13 de febrero de 1929, su teatro, el Kirov-Marinskii, le organizó recientemente un homenaje con muchas de sus discípulas, hoy grandes estrellas mundiales.

Era toda una institución, cerca del mito, pues tras haber sido la primera partenaire de Rudolf Nureyev (ella tenía 30 años y él, 21), fue seleccionada para repetir la operación con un jovencísimo Mijaíl Barishnikov. Décadas después, Nureyev la mandó a buscar a París cuando planificaba el que sería su último montaje en Garnier: La Bayadera. "No lo puedo hacer sin ti, mademoiselle Ninella", le dijo el genio tártaro. Y ella fue su asistente y mano derecha hasta el final. En el entierro de Nureyev (enero de 1993), Kurgápkina leyó poemas de Pushkin.

Ninel se graduó en 1947 y fue una de las últimas discípulas favoritas de la gran maestra Agripina Vagánova. Inmediatamente ingresó en el Kirov y bailó Chopiniana. Estaba dotada de una gracia singular, una técnica precisa y musical, y unas proporciones adecuadas al canon académico. Destacó por su salto, su pequeña batería y su bravura. Bailó hasta 1981. Desde 1969 tuvo la categoría de ensayadora titular y, desde 1972, dirigió la Escuela de Ballet.

A mediados de los años cincuenta, Leonid Jacobson la escogió por su talento para montar, con Bregvadze como partenaire, una deliciosa miniatura coreográfica sobre el vals de El caballero de la rosa (Strauss), que fue filmado. También grabó tres veces el pas de deux de Arlequinada rozando la perfección. Hay otras películas suyas memorables: con Nureyev el pas de six de Laurencia (Chabukiani- Krein), ya con categoría de primera bailarina; Aurora en La Bella Durmiente, y Kitri en Don Quijote. También bailó El lago de los cisnes; la Myrtha de Giselle; la Parasha de El jinete de bronce (Zajarov-Glière). Hizo en 2000, como un reto personal, una serie de vídeos educativos con las clases esenciales de los cursos superiores según el método de Vagánova, hoy documentos pedagógicos incuestionables.

Amistad inquebrantable

Su historia es larga y llena de anécdotas. En 1960 viajó con Nureyev y un pianista al Festival de Berlín Oriental. Tras una gira agotadora de conciertos por toda la RDA, su amistad inquebrantable quedó sellada. En 1961 estrenaron La Bella Durmiente en Leningrado, lo último antes de que el gran bailarín desertara en París.

Kurgápkina dejó su sello estilístico y rigor en grandes bailarinas de hoy, sobre todo la singular Uliana Lopatkina, pero también en Irma Nioradze, Zianna Ayupova, Anna Polikarpova y Eugenia Obradsova. De la generación anterior, Olga Chenchikova. En 1990, para la gala del Ballet Ruso-Español en el teatro Marinskii, ensayó Paquita a la española Trinidad Sevillano, que lo bailó con Majar Vassaiev.

Kurgápkina tuvo graves problemas de salud. Alternaba el trabajo en Rusia con clases en el New York City Ballet, la Scala de Milán y la Ópera de París. Tuvo un derrame cerebral. Fue operada varias veces, se repuso y continuó adelante, cuidando de sus pupilas.

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