Crónica:36ª jornada de Liga

El Sporting ve un rayo de luz

La victoria sobre el Málaga saca al equipo gijonés del pozo

El Sporting necesitó nueve jornadas para volver a ganar, pero lo hizo en el momento justo. Animado por el empate de Osasuna, el sportinguismo se movilizó como si el partido de ayer fuese el último. Los jugadores lo dieron todo y se merecieron el triunfo, por más que el gol decisivo lo regalase el central malaguista, Helder Rosario, que fue quien batió a Goitia.

El Sporting dominó el partido desde el pitido inicial y obligó a Goitia a un ejercicio de resistencia que sólo doblegó Gerard. El central se estrenó como goleador en Primera cuando más falta le hacía a su equipo. El Málaga daba m...

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El Sporting necesitó nueve jornadas para volver a ganar, pero lo hizo en el momento justo. Animado por el empate de Osasuna, el sportinguismo se movilizó como si el partido de ayer fuese el último. Los jugadores lo dieron todo y se merecieron el triunfo, por más que el gol decisivo lo regalase el central malaguista, Helder Rosario, que fue quien batió a Goitia.

El Sporting dominó el partido desde el pitido inicial y obligó a Goitia a un ejercicio de resistencia que sólo doblegó Gerard. El central se estrenó como goleador en Primera cuando más falta le hacía a su equipo. El Málaga daba muchas facilidades, pero se encomendaba a Apoño y Duda, al que le bastó una falta lateral para poner el balón en la cabeza de Weligton, que desvió a gol completamente solo.

SPORTING 2 - MÁLAGA 1

Sporting: Cuéllar; Sastre, Gerard, I. Hernández, Cámara (J. Ángel, m. 80); Matabuena, D. Camacho; Pedro (Bilic, m. 75), K. Mateo, D. Castro (Míchel, m. 87); y Barral. No utilizados: Lafuente; Jorge, Andreu y Maldonado.

Málaga: Goitia; J. Gámez, Rosario, Weligton, Nacho (Rossato, m. 76); Eliseu, Apoño, M. Ángel (Adrián, m. 59), Duda; Baha (Adriano, m. 59) y Luque. No utilizados: Arnau; Gaspar, Fernando y Pablo Barros.

Goles: 1-0. M. 23. Gerard. 1-1. M. 37. Weligton. 2-1. M. 52. Rosario, en propia puerta.

Árbitro: U. Mallenco. Amonestó a Castro, Matabuena, Barral, Apoño, Adriano y Weligton.

El Molinón: 24.500 espectadores.

El desánimo de la gente en el descanso volvió a tornarse en euforia a los seis minutos. Una larga jugada de ataque acabó de forma inesperada. Diego Castro metió un centro intrascendente y se encontró con la cabeza de Rosario, que desvió el balón a su portería. Imposible incluso para Goitia.

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