'Glamour' junto a la arena

El público se acerca a la hípica y llena la Ciudad de las Artes

La Exposición Regional de 1909 trajo a Valencia el primer concurso hípico internacional. Un siglo después, la historia se repite. Los mejores jinetes y amazonas del ranking mundial se han dado cita en la ciudad este fin de semana junto a los deportistas locales más destacados. Y, como entonces, también el público ha respondido con expectación. Incluso más de la esperada en una ciudad sin cultura hípica.

Las entradas, a cinco euros las más baratas, 15 las de acceso a grada y 150 las de la zona VIP, se agotaron. Además, la recaudación irá a parar a la Fundación Alex, que lo destinará a un...

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La Exposición Regional de 1909 trajo a Valencia el primer concurso hípico internacional. Un siglo después, la historia se repite. Los mejores jinetes y amazonas del ranking mundial se han dado cita en la ciudad este fin de semana junto a los deportistas locales más destacados. Y, como entonces, también el público ha respondido con expectación. Incluso más de la esperada en una ciudad sin cultura hípica.

Las entradas, a cinco euros las más baratas, 15 las de acceso a grada y 150 las de la zona VIP, se agotaron. Además, la recaudación irá a parar a la Fundación Alex, que lo destinará a un proyecto de hidroterapia para trabajar con discapacitados. "No esperábamos un lleno tan absoluto", reconoció una portavoz de la organización de la Global Champions Tour, conocida como la fórmula 1 de la hípica. El público era de lo más variado, los había entendidos y otros no tanto. Y muchos curiosos, que se acercaron a la Ciudad de las Artes para tomar la temperatura al ambiente. Muchos que se agolparon en los balcones del Umbracle y en algún rinconcito junto al Museo con excelente visión de la pista y sin necesidad de obtener entrada.

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Claro que también había mucha gente bien, incluida la realeza: las infantas doña Elena y doña Pilar de Borbón presidían la competición, junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá. Pero la expectación la despertaban las hijas de, amazonas amateur como Carlota Casiraghi, hija de Carolina de Mónaco; la rica heredera de la familia Onassis, Athina Onassis, casada a su vez con el jinete brasileño Álvaro de Miranda; o Marta Ortega, hija de Amancio Ortega. Ellas compitieron por la mañana, el viernes, y lo harán también hoy. Compiten en una especie de circuito paralelo al Gran Premio de España y pagan por ello. Curiosamente abonan 12.000 euros para recibir a cambio premios menores, como los 70 euros que ganó José Bono, el hijo del presidente del Congreso por un octavo puesto, o los 320 que logró Marta Ortega en otra prueba. Nada que ver con los profesionales: De Miranda se embolsó ayer 4.000 euros en premios.

La jornada concluyó con una cena de gala en Feria Valencia en honor de Pilar de Borbón, que fue presidenta de la Federación Ecuestre Internacional. una cena repleta de celebridades y protagonistas de las revistas de papel cuché, como la modelo Mar Saura, casada con Javier Revuelta, presidente de la Federación Española de Hípica, o como Cayetano Martínez de Irujo, quien convenció a Francisco Camps para que Valencia acogiera esta competición. A cambio, Generalitat y Ayuntamiento invierten 600.000 euros.

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