Un viejo barrio que se cae

El núcleo cordobés de La Guita vive pendiente de las grietas y los socavones

Cuando Dolores Escribano cruza el portal al interior de la casa donde vive, un bajo en el número 16 de la calle Loja, en Córdoba, encuentra una rampa en el salón. "El suelo se ha hundido en parte", dice señalando el claro desnivel en la entrada, que también es perceptible, aunque algo menos, en uno de los dormitorios. En la fachada exterior de su vivienda, cruza -a lo largo de más de un metro y en diagonal- una grieta que, según los vecinos, ha ido creciendo poco a poco a partir del verano.

No es la única. En otros pisos del humilde y populoso barrio de La Guita, de 44 bloques, han ido ...

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Cuando Dolores Escribano cruza el portal al interior de la casa donde vive, un bajo en el número 16 de la calle Loja, en Córdoba, encuentra una rampa en el salón. "El suelo se ha hundido en parte", dice señalando el claro desnivel en la entrada, que también es perceptible, aunque algo menos, en uno de los dormitorios. En la fachada exterior de su vivienda, cruza -a lo largo de más de un metro y en diagonal- una grieta que, según los vecinos, ha ido creciendo poco a poco a partir del verano.

No es la única. En otros pisos del humilde y populoso barrio de La Guita, de 44 bloques, han ido apareciendo daños similares desde entonces. La razón de estos desperfectos radica en que los viejos edificios son de escasa calidad constructiva, cimentación deficiente, el terreno en el que se asientan tiene humedad en el subsuelo y existen defectos en los saneamientos de los edificios. La empresa municipal de la vivienda, Vimcorsa, va a iniciar ya la obra para corregir el drenaje de la calle Loja con el fin de que las escorrentías no alteren las condiciones de humedad del suelo, que son causa del movimiento de la cimentación.

Los vecinos quieren que su zona sea declarada área de rehabilitación

Como resultado de todos estos problemas, los vecinos están asustados. Cada día pasan por delante del número 36 de la misma calle Loja, desalojado hace dos años por la presencia de grietas que ponían en peligro su integridad. Hace unas semanas, nuevas brechas salieron en el portal contiguo, el 34.

Vimcorsa asegura que esas nuevas fisuras no revisten peligrosidad, aunque dice que hará un seguimiento de las mismas. También se afirma que no existe relación con el bloque 36 y que no se producirá un efecto dominó en el resto de los inmuebles.

"No queremos que esto se abandone y nos pueda pasar como a aquellos vecinos", se queja María Teresa Pérez, vecina del mismo bloque, aunque de un portal que da a la calle paralela, el siete de Punta Umbría. Pérez dice estar atemorizada: "Por las noches se oye crujir todo y uno piensa lo peor", afirma. Su piso tiene muchas humedades y, sobre todo, algunas grietas. Pero nada comparado con los de su vecina de su mismo portal, que ha visto cómo han ido creciendo a lo largo de su salón, bastante más grandes, desconchando la pintura y haciendo saltar los azulejos del cuarto de baño.

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La Gerencia Municipal de Urbanismo ha exigido a los propietarios de los bloques más afectados que mantengan su inmueble en unas condiciones de seguridad suficientes. Uno de los problemas radica en que todavía quedan inquilinos que no son propietarios, ya que sus viviendas pertenecen al patronato Huertos Familiares, que gestó este barrio de casas sociales hace medio siglo. La administración de Huertos Familiares se reparte entre varias administraciones (Gobierno, Junta y Ayuntamiento, principalmente). El patronato -afirman fuentes municipales- tiene la misma obligación, como cualquier otro propietario individual, de mantener los inmuebles.

Los vecinos se quejan de que no pueden realizar esas labores solos. "Aquí la población es mayoritariamente mayor, muchos están impedidos, cobran pequeñas pensiones. Y entre los jóvenes, la crisis y el paro han golpeado muy fuerte. ¿Van a multarnos por no poder hacer algo para lo que no tenemos dinero?", se queja un vecino. Por ello, las asociaciones vecinales y el Partido Popular (en la oposición) reclaman que el barrio sea declarado área de rehabilitación integral, una figura que contempla la Junta y que se destina para zonas que requieren una intervención a fondo de reformas.

El delegado de Vivienda y Ordenación del Territorio en Córdoba, Francisco García, no cree necesario declarar el barrio de La Guita como área de rehabilitación integral ya que "la Junta cuenta con instrumentos suficientes, como subvenciones de hasta el 75% para cualquier barrio de Córdoba, a la que se pueden acoger los propietarios". El delegado afirma que el proyecto de actuación en el bloque número 36 "ya está redactado y listo para empezar a acometerse" a través de Vimcorsa.

Una vecina muestra una de las grietas que se han abierto en las viviendas de La Guita.F. J. VARGAS

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