Reportaje:Gran Premio de Malaisia

El jardín de Ecclestone

El magnate británico maneja la fórmula 1 más interesado por los índices de audiencia que por la opinión de los equipos y los pilotos

Bernie Ecclestone maneja la fórmula 1 como si fuera el jardín de su casa. Un jardín que cada año mueve unos 2.500 millones de euros. Cualquier capricho que se le antoje al magnate británico parece predestinado a cumplirse. Lo que opinen los equipos y los pilotos, que son los protagonistas de este circo y los que le han hecho millonario, poco le importa. El deseo de Ecclestone es abrir la F-1 al mundo, pero este objetivo tiene que combinarse con otro: mantener los magníficos índices de audiencia que se registran en Europa. En este sentido se explica el retraso de tres horas en el comienzo de la...

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Bernie Ecclestone maneja la fórmula 1 como si fuera el jardín de su casa. Un jardín que cada año mueve unos 2.500 millones de euros. Cualquier capricho que se le antoje al magnate británico parece predestinado a cumplirse. Lo que opinen los equipos y los pilotos, que son los protagonistas de este circo y los que le han hecho millonario, poco le importa. El deseo de Ecclestone es abrir la F-1 al mundo, pero este objetivo tiene que combinarse con otro: mantener los magníficos índices de audiencia que se registran en Europa. En este sentido se explica el retraso de tres horas en el comienzo de las dos primeras carreras del año -arrancaron a las cinco de la tarde en vez de a las dos-. Ecclestone pretendía que los grandes premios de Australia y Malaisia fueran nocturnos, como el de Singapur, algo que no gustó a los promotores de ambas pruebas. "Empezar a las cinco de la tarde es otra forma de decir que no habrá carrera nocturna hasta 2015 [cuando expira el contrato de la F-1 con Sepang]", asegura Datuk Mokhzani Tun Mahathir, presidente del circuito malayo.

El patrón pretendía que las carreras de Australia y Malaisia fueran nocturnas
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Las cadenas de televisión pagan cantidades ingentes de dinero para adquirir los derechos televisivos de la F-1 -en España, La Sexta pagó unos 200 millones de euros por cinco temporadas (de 2009 a 2013)-, y en un contexto de crisis como el actual, recuperar parte de la inversión es imprescindible. Pero las necesidades de unos son las penas de los otros. Durante toda la semana, varios pilotos han criticado el retraso en el inicio de la carrera. Decían que correr por la tarde entrañaba un riesgo doble: la poca visibilidad y la alta probabilidad de que cayera una tormenta monzónica a media tarde, algo muy común en la zona. Nico Rosberg dio en el clavo en ambas hipótesis: "Correr por la tarde no es la solución", criticó el alemán. "Ya lo pasamos muy mal en Australia. Pero aquí, si cae una tromba de agua, la carrera tendrá que detenerse porque se acumulará mucha agua en la pista". Esa misma tesis defendía su compañero, Kazuki Nakajima. "La combinación de lluvia y oscuridad supondría un gran problema para los pilotos", concluyó el japonés.

El coche de seguridad salió a la pista a las seis de la tarde, y la bandera roja detuvo la carrera tres minutos después. Los monoplazas se colocaron en formación, entonces, a la espera de que la carrera se retomara. Pero eso ya no fue posible. "Es casi de noche, es normal que la hayan suspendido", dijo Fernando Alonso. "Que pase eso aquí no debería sorprender a alguien con un mínimo de experiencia en la F-1" aseguró Pat Symonds, director de ingeniería de Renault. Pues si de algo va sobrado Ecclestone, que tiene 78 años y es patrón del circo desde 1978, es eso, experiencia.

Dos coches bajo la lluvia, ayer durante la carrera.AP

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