Perfeccionista obsesivo

El meta del Villarreal, con grandes condiciones, se ha curtido en año y medio

Diego López (Paradela, Lugo; 1981) es un perfeccionista obsesivo. De ésos que le dan vueltas y más vueltas a un partido. "Pero estoy aprendiendo a controlarme", afirma el portero del Villarreal, que ha explotado a los 27 años al estar tapado muchos por Casillas en el Madrid. Las grandes condiciones siempre las tuvo: ligero y flexible pese a sus 196 centímetros y sus 87 kilos. Trabajador infatigable. Sobrio bajo los palos, al estilo de su ídolo, el holandés Van der Saar. Le faltaba curtirse, lo que ha conseguido en temporada y media, desde que arrebató la titularidad al uruguayo Viera en el cua...

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Diego López (Paradela, Lugo; 1981) es un perfeccionista obsesivo. De ésos que le dan vueltas y más vueltas a un partido. "Pero estoy aprendiendo a controlarme", afirma el portero del Villarreal, que ha explotado a los 27 años al estar tapado muchos por Casillas en el Madrid. Las grandes condiciones siempre las tuvo: ligero y flexible pese a sus 196 centímetros y sus 87 kilos. Trabajador infatigable. Sobrio bajo los palos, al estilo de su ídolo, el holandés Van der Saar. Le faltaba curtirse, lo que ha conseguido en temporada y media, desde que arrebató la titularidad al uruguayo Viera en el cuadro castellonense. Ahora ha encadenado tres actuaciones destacadas ante el Espanyol, el Panathinaikos y el Atlético.

"Diego es muy rápido", explica Manuel Amieiro, su preparador en la cantera madridista y que hoy entrena a las porteras de la selección femenina; "le he felicitado por la llamada de Del Bosque y está muy agradecido". Procedente del Lugo, Diego López llegó con 18 años a la escuela blanca. "Tenía una gran potencia, pero carecía de rigor competitivo y táctico", recuerda Amieiro; "cada día, nos quedábamos a trabajar con él una hora y media más. Siempre tuvo un gran tesón y mucho espíritu de sacrificio. Lo único que le faltaba era participar más".

Justo lo que le ha proporcionado el Villarreal, que pagó seis millones de euros al Madrid por él. Ahora, su cláusula de rescisión contractual es de 36.

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