Parques solares en Jaén
La venta de empresas que gestionan parques solares fotovoltaicos también entra dentro del negocio del grupo. Es el caso de Espartalillo, que tiene el evocador nombre de un paraje de la provincia Jaén, de donde es natural Cacharro (Guarromán, 1936). Instalaciones del Eo, la sociedad del ex presidente de la Diputación de Lugo, la constituyó en diciembre del 2008 para venderla, según el Boletín Oficial del Registro Mercantil, este mes de febrero. Gonzalo Méndez, su socio, tampoco atendió la llamada de este periódico. Quien sí alude a las inversiones del grupo energético de Cacharro en el Sur de E...
La venta de empresas que gestionan parques solares fotovoltaicos también entra dentro del negocio del grupo. Es el caso de Espartalillo, que tiene el evocador nombre de un paraje de la provincia Jaén, de donde es natural Cacharro (Guarromán, 1936). Instalaciones del Eo, la sociedad del ex presidente de la Diputación de Lugo, la constituyó en diciembre del 2008 para venderla, según el Boletín Oficial del Registro Mercantil, este mes de febrero. Gonzalo Méndez, su socio, tampoco atendió la llamada de este periódico. Quien sí alude a las inversiones del grupo energético de Cacharro en el Sur de España es otro de sus socios, José Otero Gavieiro, un lucense embarcado en las renovables y accionista de Lugauto, concesionario de BMW en el que el veterano político del PP tiene una participación del 22% y ocupa su vicepresidencia. "Nosotros somos muy activos en el sector eólico y también en el de la biomasa, y no entramos en energía solar; nuestros negocios, en este campo están separados", aclara.
Los socios de Cacharro en Lugauto, vinculados al grupo Eólica Gallega de Inversiones (Eogal), se presentaron al polémico concurso eólico convocado por la Consellería de Innovación. Solicitaban 59 megavatios para cinco parques en Riotorto, Láncara, A Gudiña, Melón y Crecente. No recibieron ninguno. "Ahora nos presentamos al concurso que convoca Asturias, creo que tenemos opciones", asegura.
El concesionario de coches es un buen negocio para el político lucense. Isabel Núñez, su gerente, estima que los ingresos de 2008 "se situaron en 16 millones de euros". Ahora ya está claro el destino de los dividendos que percibe Cacharro: la energía.