La mujer que perdió el brazo por el ataque de un perro sigue sin cobrar

Christine Baker, una residente británica de Xàbia, lleva casi cinco años esperando una indemnización de 338.000 euros que debe pagarle un vecino cuyo perro le propinó mordeduras de tal envergadura que obligaron a los médicos a amputarle un brazo.

Tras años de litigios, la cuantía de la indemnización fue fijada por el juzgado de Dénia en febrero de 2007, pero hasta el momento el condenado ha logrado eludir el pago al poner su chalé a nombre de otra persona y declararse insolvente, lo que le ha valido otra querella aún no resuelta por alzamiento de bienes.

Baker, que vive junto a s...

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Christine Baker, una residente británica de Xàbia, lleva casi cinco años esperando una indemnización de 338.000 euros que debe pagarle un vecino cuyo perro le propinó mordeduras de tal envergadura que obligaron a los médicos a amputarle un brazo.

Tras años de litigios, la cuantía de la indemnización fue fijada por el juzgado de Dénia en febrero de 2007, pero hasta el momento el condenado ha logrado eludir el pago al poner su chalé a nombre de otra persona y declararse insolvente, lo que le ha valido otra querella aún no resuelta por alzamiento de bienes.

Baker, que vive junto a su marido Tom cerca de la playa de la Granadella de Xàbia, mantenía con su vecino una buena relación. Debido a su discapacidad física, Baker necesita ahora la indemnización que aún no ha cobrado para adaptar su automóvil y recibir ayuda en las tareas domésticas. Sin embargo, teme que el demandado, que ya tiene 88 años, fallezca antes de pagarle ese dinero.

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