Israel Horowitz, productor y comentarista musical
Israel Horowitz, productor discográfico y comentarista musical, falleció en Closter (Nueva Jersey) el 26 de diciembre. Horowitz, de 92 años, estuvo al frente de la división de música clásica de Decca Records y defendió esa actividad discográfica en la revista Billboard y en los Premios Grammy.
Nacido en Nueva York el 6 de septiembre de 1916, Horowitz estudió en la Juilliard School y era un violinista prometedor cuando se interpuso la Segunda Guerra Mundial. Entre 1956 y 1971, Horowitz se ocupó de las grabaciones clásicas de Decca, entonces una de las majors estadounidenses...
Israel Horowitz, productor discográfico y comentarista musical, falleció en Closter (Nueva Jersey) el 26 de diciembre. Horowitz, de 92 años, estuvo al frente de la división de música clásica de Decca Records y defendió esa actividad discográfica en la revista Billboard y en los Premios Grammy.
Nacido en Nueva York el 6 de septiembre de 1916, Horowitz estudió en la Juilliard School y era un violinista prometedor cuando se interpuso la Segunda Guerra Mundial. Entre 1956 y 1971, Horowitz se ocupó de las grabaciones clásicas de Decca, entonces una de las majors estadounidenses. Trabajó con Leopold Stokowski, Ruggiero Ricci o Virgil Fox, aunque será recordado por los discos que hizo con Andrés Segovia. Aparte de material compuesto ex profeso para el guitarrista de Linares, Decca grabó partituras barrocas que contribuyeron a legitimar la guitarra española en el circuito clásico.
Horowitz también le registró en directo y puso en marcha la serie The guitar and I, unos elepés donde el maestro hablaba en una cara y tocaba en la otra. Aunque Segovia renegaba de los tocaores flamencos, Horowitz entendió que también podía cubrir esa rama de la guitarra. Con buen olfato, contrató a Agustín Castellón, alias Sabicas; sus discos americanos fascinaron a guitarristas de jazz, country y rock.
Con esa decisión, abrió en Estados Unidos un mercado para la sonata que facilitaría la carrera de Paco de Lucía y otros muchos. En la revista Billboard, Horowitz mantuvo una influyente columna hasta los noventa. Aunque retirado, siguió defendiendo la necesidad de replantearse el negocio de la música clásica grabada. Como miembro del comité seleccionador de los candidatos a los Premios Grammy, apostó por los artistas de perfil alto, como Plácido Domingo, Nigel Kennedy o Keith Jarrett. Según su argumento, atraían compradores y animaban a las grandes compañías.