Ourense diseña su plan general en torno a una ronda bulevar

Urbanismo cambia la vía rápida prevista por una lenta y verde

El Ourense del futuro estará ejecutado dentro de cinco años. El modelo de ciudad previsto por el gobierno local para las próximas cuatro décadas es, con algunas variaciones, el proyecto que estaba dibujado en los planeamientos urbanísticos de los años 60, 80 y el de 1993, nunca desarrollado. La ciudad del futuro se articulará en torno a una nueva arteria, la ronda bulevar, que la vertebrará de norte a sur, paralela prácticamente a la única vía que asume hoy todo el tráfico de la ciudad desde la entrada, a la altura del puente romano, hasta la salida de la ciudad hacia la Meseta.

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El Ourense del futuro estará ejecutado dentro de cinco años. El modelo de ciudad previsto por el gobierno local para las próximas cuatro décadas es, con algunas variaciones, el proyecto que estaba dibujado en los planeamientos urbanísticos de los años 60, 80 y el de 1993, nunca desarrollado. La ciudad del futuro se articulará en torno a una nueva arteria, la ronda bulevar, que la vertebrará de norte a sur, paralela prácticamente a la única vía que asume hoy todo el tráfico de la ciudad desde la entrada, a la altura del puente romano, hasta la salida de la ciudad hacia la Meseta.

"Ourense nunca tuvo calles que la vertebraran", lamentó ayer la concejala de Urbanismo, Áurea Soto, en la presentación del proyecto, para explicar que la nueva ronda incluirá 10 ramificaciones de enganche con el centro de la ciudad y cinco glorietas, desde la Avenida de Santiago hasta la salida en dirección a Madrid. Las conexiones permitirán acceder a las grandes superficies comerciales existentes y previstas.

El hecho de que el Plan General esté anulado judicialmente no supondrá una desventaja para el proyecto. El gobierno local está realizando modificaciones puntuales del planeamiento y ésta es una de ellas. De esta forma, el proyecto histórico que dibujaba el bulevar como una vía rápida se cambia ahora por una lenta y verde, rodeada de arbolado y comercio, con paisajes y vistas y con su correspondiente crecimiento residencial. "Diseñamos el futuro de una ciudad que tiene su plan estratégico en el termalismo", justifica Soto. "Ourense está abocada a ser una ciudad tranquila y aquí hay un mundo de estética de calidad que va a marcar la imagen", añade Soto.

Previendo ese desarrollo termal, el gobierno municipal creará otra infraestructura paralela, aprovechando las vías del ferrocarril que cruzan, por el otro extremo, la ciudad de norte a sur y que, con el AVE, quedan liberadas. Las dos opciones que se barajan para este vial son las de mantener un tranvía o destinarlas a metro ligero.

Para todas estas actuaciones no habrá nueva clasificación de suelos y la obtención de los terrenos no la asumirá el ayuntamiento, sino la iniciativa privada, con cargo a las áreas de reparto. El único dinero público lo invertirá la Consellería de Política Territorial, que financiará con ocho millones de euros las glorietas y con tres millones más un puente sobre el Barbañica. La Consellería de Vivenda actuará después sobre cinco áreas de reparto para asumir los crecimientos urbanísticos.

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