El Madrid atropella al Panionios

Pepe Sánchez puede irse a la cama bien tranquilo. El base argentino ha encontrado un chollo en las manos de Hosley. Ya le puede lanzar piedras o melones que el alero de Nueva York se encarga de convertirlos en asistencias de mucho mérito, como demostró anoche para desesperación del Panionios, que entregó la cuchara tras pasar por el vestuario. Y eso que Nikolic le salió respondón al Madrid. El pívot serbio, ex de Estudiantes, anotó diez puntos en la primera parte. Su solvencia en el ataque griego tuvo su respuesta en el marcador: 28-29 a los 12 minutos tras un parcial de 0-8.

Pero enfre...

Pepe Sánchez puede irse a la cama bien tranquilo. El base argentino ha encontrado un chollo en las manos de Hosley. Ya le puede lanzar piedras o melones que el alero de Nueva York se encarga de convertirlos en asistencias de mucho mérito, como demostró anoche para desesperación del Panionios, que entregó la cuchara tras pasar por el vestuario. Y eso que Nikolic le salió respondón al Madrid. El pívot serbio, ex de Estudiantes, anotó diez puntos en la primera parte. Su solvencia en el ataque griego tuvo su respuesta en el marcador: 28-29 a los 12 minutos tras un parcial de 0-8.

Pero enfrente estaba Hosley, enchufado desde cualquier lugar de la cancha y que parece que ha nacido para el contragolpe. Él solito, bien secundado por Felipe Reyes y Massey, se sobró y se bastó para noquear al Panionios, que salió trasquilado de Vistalegre. Con la mirilla desviada desde el perímetro (6 de 20 en triples), las torres del Madrid acapararon los focos, y se gustaron tanto que se dieron el lujo de machacar el aro en un repertorio de ciencia-ficción. De esa guisa llegó el Madrid al último acto con 15 puntos de ventaja. Con el horizonte tranquilo, Joan Plaza entendió que el colchón era lo suficientemente holgado como para permitirse algunos experimentos. Por ejemplo, dar entrada a Venson Hamilton, que ultima su puesta a punto tras sus problemas con las lesiones. O a Raúl López, que clavó cinco puntos seguidos nada más pisar el parqué.

Sergi Llull, la gran esperanza blanca, elevó la renta madrileña a 20 puntos (72-52 a falta de cuatro minutos). Fue la guinda que terminó de comerle la moral al Panionios, una perita en dulce si lo comparamos con el CSKA de Moscú -el actual campeón-, el Efes Pilsen y el Partizan, también encuadrados en el grupo del Madrid. Los pretorianos de Plaza le atropellaron sin contemplaciones. Ya habrá tiempo de sufrir.

Otros resultados: Nancy, 54; Barcelona, 82. DKV Joventut, 81; Olimpija Liubliana, 64.