"Siempre es bueno dar miedo"

Lo mismo le da guardar la línea con Heitinga, con Pablo o con Perea. A Tomas Ujfalusi (Rymarov, República Checa; 30 años) lo que de verdad le preocupa son las llamadas que su padre, Josef, en su momento un reputado defensa, le hace nada más terminar los partidos. "Es durísimo conmigo... Menos mal que no vio los encuentros de la pretemporada, en los que no estuve nada fino", se ríe el central en las cavernas del Vicente Calderón.

"Un padre es un padre, siempre le exigirá, pero la profesionalidad de Ujfalusi no atiende a razones", afirman en el Atlético. Incluso Pablo, el principal perjud...

Lo mismo le da guardar la línea con Heitinga, con Pablo o con Perea. A Tomas Ujfalusi (Rymarov, República Checa; 30 años) lo que de verdad le preocupa son las llamadas que su padre, Josef, en su momento un reputado defensa, le hace nada más terminar los partidos. "Es durísimo conmigo... Menos mal que no vio los encuentros de la pretemporada, en los que no estuve nada fino", se ríe el central en las cavernas del Vicente Calderón.

"Un padre es un padre, siempre le exigirá, pero la profesionalidad de Ujfalusi no atiende a razones", afirman en el Atlético. Incluso Pablo, el principal perjudicado por la llegada del zaguero checo y de Heitinga, no calla le verdad: "Es un gran compañero y un fenomenal futbolista, así que es fácil jugar a su lado". Indiscutible la temporada pasada, en la que su pareja de baile era Perea -Eller y Zé Castro no eran rivales y terminaron traspasados-, el manchego compartió el eje de la defensa con el centroeuropeo en Getafe: "Estuvo muy bien, dio el pase del primer gol y se notó su experiencia".

"Tan sólo intento hacer mi trabajo lo mejor posible... Quizás se deba a que en cuatro años me he hartado a trabajar tácticamente en Italia. Casi tres sesiones de entrenamiento a la semana se dedican a mecanizar todo eso", asiente Ujfalusi, el único defensa que ha disputado los siete duelos del Atlético: tres con Heitinga (un gol concedido ante el Olympique de Marsella), otros tres con Perea (el Valladolid les endosó dos y el Sevilla uno), y uno con Pablo, que no le bastó al Getafe para marcar más de un gol. "Es sobrio y versátil, y puede desempeñar dos funciones perfectamente, central o lateral. Además, tiene una gran cualidad: deportivamente es una persona ambiciosa. Rápido, contundente, con buen manejo de balón y curtido en Europa, es para nosotros con toda seguridad una garantía de éxito", sostiene el presidente del club, Enrique Cerezo.

"El presidente olvida una cosa: puede ser que el pelo largo y la barba intimiden un poco a los rivales", se desternilla el jugador. De repente, adopta un semblante muy serio. Tanto que impone. ¿Conclusión? "Siempre es bueno que un defensa dé miedo".

"Ujfalusi lo tiene todo, la verdad", estima Javier Aguirre. El entrenador mejicano, aparte de valorar "su salida del balón controlado, cosa que no salía tan sencilla la temporada pasada", entiende que le ha dado el cuajo necesario a una defensa que, pese a las apariencias, el curso anterior figuró entre las menos batidas. "Así es, pero es verdad que las sensaciones no fueron del todo positivas. Se sufría más de la cuenta". "Con Ujfalusi eso ha cambiado. Por fin", respira aliviado un directivo.