Reportaje:

Botadura para grandes eventos

Alicante agiliza varios proyectos para la Volvo, la vuelta al mundo a vela

Alicante se sube con la Volvo Ocean Race al carro de los grandes eventos, que hasta ahora había copado Valencia. Y si bien es cierto que la gran competición de vela no es un evento de la dimensión de la Copa del América, no lo es menos que ha servido para acelerar diversas obras importantes en una ciudad donde los proyectos tardan demasiados años en ejecutarse.

En esta puesta de largo, la Autoridad Portuaria (APA) estrena la pasarela peatonal de 500 metros de longitud construida desde el Hotel Spa Porta Maris sobre el espaldón del dique de Levante o la remodelación del acceso norte al p...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Alicante se sube con la Volvo Ocean Race al carro de los grandes eventos, que hasta ahora había copado Valencia. Y si bien es cierto que la gran competición de vela no es un evento de la dimensión de la Copa del América, no lo es menos que ha servido para acelerar diversas obras importantes en una ciudad donde los proyectos tardan demasiados años en ejecutarse.

En esta puesta de largo, la Autoridad Portuaria (APA) estrena la pasarela peatonal de 500 metros de longitud construida desde el Hotel Spa Porta Maris sobre el espaldón del dique de Levante o la remodelación del acceso norte al puerto. Ambas actuaciones, previstas, se han realizado en un plazo "récord", según subrayaba ayer el presidente de la APA, Sergio Campos en la inauguración de las obras. La inversión de Puertos del Estado en el recinto supera los 6,3 millones. A esta cifra hay que añadir diez millones de la adecuación de la antigua estación de Orán, el acondicionamiento de la zona del Village -que se inaugura esta noche con una ceremonia en la que participarán más de 700 artistas y futurantes- y la rehabilitación de los muelles 10, 12 y 14 para el evento. Esta inversión está sufragada por los cinco patrocinadores que tiene la competición y que se beneficiarán de desgravaciones fiscales aprobadas por el Gobierno. Y a estas cifras la Generalitat suma alrededor de 45 millones en otras inversiones que se han acelarado y terminado con la vista puesta en la competición, como parte de las obras de la Avenida de Dénia o del Tram.

Los hoteleros confían en llenar y los restaurantes esperan más gasto

Los preparativos para la regata que zarpará de Alicante el 11 de octubre no han estado exentos de polémica. La Generalitat y el Ayuntamiento, en manos del PP, asumieron desde el primer momento el evento como propio. Ayer, sin embargo, Sonia Castedo, marcó diferencias y en su primer acto como alcaldesa de Alicante agradeció públicamente al Gobierno la inversión realizada en el puerto e insistió en que es "justo" hacer este reconocimiento. El gesto, en presencia de diversos concejales socialistas que en otras citas previas de la Volvo no fueron invitados, fue muy bien recibido por la subdelegada del Gobierno en Alicante, Encarna Llinares, quien agradeció estas palabras y recordó que en "demasiadas ocasiones" les han ignorado.

Y como en los otros grandes eventos que la han precedido, la Volvo llega acompañada de grandes cifras, que incluso superan las ofrecidas por la Xunta de Galicia con motivo de la salida de la regata de Vigo en 2005 que fue vista por mil millones de espectadores. En el caso de Alicante, la Generalitat apunta que tendrá una audiencia de 1.800 millones y su salida por 300 millones. También calcula que cerca de un millón de personas pasará por el Village hasta el 11 de octubre. Por otra parte, la Xunta fijó el impacto económico del evento en más de 100 millones, de los cuales más de 30 millones beneficiaron a Vigo. La Generalitat, ahora, habla de 70 millones y la creación de 1.500 empleos.

Con estos datos en la mano, el sector turístico está esperanzado. El turismo, gran fuente de ingresos, necesita alicientes para mantener su atractivo. Hace años se puso en marcha una potente política de promoción de parques temáticos y de ocio, ahora la apuesta son los grandes eventos. Primero fueron la Copa del América y la Fórmula 1 en Valencia, y Alicante está a las puertas de la Volvo Ocean Race, una competición de riesgo en la que participan ocho barcos internacionales que recorrerán 37.000 millas y harán 10 escalas en nueve meses.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Alicante confía en que la Volvo sirva para captar un turismo de calidad y mejorar su proyección internacional. El impacto futuro de este evento estará relacionado con la experiencia turística, explica el profesor de Sociología del Turismo en la Universidad de Alicante, Antonio Aledo "El visitante realiza una valoración global del producto (evento+ciudad+servicios). Por eso la Volvo es una oportunidad y un desafío importante", añade.

Las grandes cifras animan también las previsiones empresariales. "Estoy plenamente convencido de que octubre será el mejor de la historia", resume Javier Luri, presidente de la Asociación Hotelera de Alicante. Los hoteleros detectan un aumento de las reservas principalmente durante las dos primeras semanas de octubre, aunque hace una semana aún quedaban habitaciones. "La Volvo va a ser muy positiva, va a ser un oasis de casi tres semanas de ocupación, pero a partir del 12 de octubre volveremos a la más triste realidad", advierte. Y los restaurantes de gama alta, por ejemplo, ya detectan un tirón en las reservas, según José Francisco Izquierdo, responsable de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería. El sector confía en dos tipos de clientes: el vinculado a los equipos que compiten, cuyo gasto previsto será mayor, y el público aficionado.

Archivado En