Crónica:Gran Premio de Italia

Deslumbrante Vettel

El alemán, de 21 años, gana su primera carrera con un Toro Rosso y desbanca a Alonso en otro récord de precocidad

La progresión de Sebastian Vettel era tan increíble que se presagiaba una explosión temprana. Pero nadie imaginaba todavía que el piloto alemán ganara ya una carrera de fórmula 1, y menos con Toro Rosso, como pasó ayer en Monza. "Es muy bueno: uno de los mejores proyectos de futuro", coincidían los jefes de equipo. Sin embargo, eran sólo palabras porque todos imaginaban que no tenía aún ni coche ni experiencia para demostrar su valor real. Cuando el sábado logró la primera pole-position de su carrera, favorecido por unas condiciones climatológicas insostenibles y por los errores estraté...

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La progresión de Sebastian Vettel era tan increíble que se presagiaba una explosión temprana. Pero nadie imaginaba todavía que el piloto alemán ganara ya una carrera de fórmula 1, y menos con Toro Rosso, como pasó ayer en Monza. "Es muy bueno: uno de los mejores proyectos de futuro", coincidían los jefes de equipo. Sin embargo, eran sólo palabras porque todos imaginaban que no tenía aún ni coche ni experiencia para demostrar su valor real. Cuando el sábado logró la primera pole-position de su carrera, favorecido por unas condiciones climatológicas insostenibles y por los errores estratégicos de los grandes equipos, hubo cierta incredulidad. Pero cuando ayer atravesó la bandera a cuadros del Gran Premio de Italia como ganador, tras una carrera impecable, todo el mundo se rindió a la evidencia: una nueva estrella acababa de alumbrar.

"No tenemos ni un gran presupuesto ni un gran equipo; por eso hoy es el mejor día de mi vida"
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Tan grande como su victoria fue el hecho de que Vettel la consiguiera con uno de los equipos más pobres del circo. "No tenemos ni un gran presupuesto [unos 110 millones de euros], ni sobrepasamos las 160 personas en el equipo", explicó Vettel. "Por eso la ilusión es tan grande. Hoy es el mejor día de mi vida". Toro Rosso compró en 2006 la herencia de Minardi, el sempiterno farolillo rojo de la parrilla. Pero lo que le separó de aquella escudería fue que entró en el paddock como el segundo equipo de Red Bull. Lo pasó mal en su primer año, pero esta temporada comenzó a desarrollar su coche a partir de los chasis de la escudería matriz, diseñados por uno de los mejores proyectistas del mundo, Adrian Newey, y de los motores Ferrari que hace unos meses les proporcionaron su última evolución.

De cerrar las parrillas y sufrir múltiples abandonos, Toro Rosso pasó a ser un habitual en la tercera tanda de la clasificación y en puntuar en casi cada carrera. Vettel ya había acabado quinto en Montecarlo y en Bélgica y ayer logró una primera victoria que le permite arrebatar a Fernando Alonso el segundo récord de precocidad en dos días: con 21 años se ha convertido en el piloto más joven de la historia que logra una pole y gana una carrera de F-1. El español lo había conseguido en Hungría en 2003, a los 22 años.

Pero es evidente que nada de todo eso habría sido posible en condiciones de carrera normales. Si no pasa nada especial, los mejores coches -Ferrari, McLaren y BMW- están siempre delante. Vettel ha logrado sus mejores resultados con lluvia. Como el sábado, cuando fue el más rápido bajo un diluvio. O como ayer, cuando se mantuvo al frente de la carrera desde que el safety car diera la salida con agua hasta la conclusión del gran premio, con la pista aún mojada y rodando con neumáticos intermedios. Sólo a 18 vueltas para el final se salió levemente de la pista para después realizar un espectacular control. Por entonces, la distancia que le separaba del McLaren de Kovalainen y del BMW de Kubica era ya tan grande que pudo concluir la carrera con 12 segundos de ventaja. Los demás, Alonso -cuarto- Heidfeld, Massa, Hamilton y Raikkonen, quedaron por detrás, lo que dio aún más valor a su hazaña. El peor coche fue el que subió a lo más alto del podio.

Vettel, en cualquier caso, es un piloto acostumbrado a deslumbrar. Ya sedujo a Michael Schumacher a los 12 años, cuando el heptacampeón llamó a Gerhard Berger a las Islas Mauricio, donde estaba de vacaciones, para decirle que acababa de ver a un campeón, calificativo que le valió la incorporación al programa de promesas de Red Bull. Y luego, ya en la F-BMW, sedujo a Mario Theissen, que lo pidió cedido como tercer piloto en 2006. Debutó en Turquía y logró el mejor tiempo en la sesión del viernes. Luego disputó su primera carrera con BMW en Estados Unidos en 2007 y se convirtió en el más joven en lograr un punto. Después, Toro Rosso lo recuperó en Hungría para sustituir a Scott Speed. Antes de acabar el año, optó al podio en Japón bajo la lluvia y concluyó cuarto en China. Una carrera precoz que en poco más de un año le ha abierto las puertas de las mejores escuderías. Ferrari, McLaren y BMW ya piensan en él para el futuro. Pero la próxima temporada la correrá con Red Bull y con el motor Renault. Y es probable que deba esperar algún tiempo para volver a volar tan alto.

Vettel celebra su victoria en Monza.REUTERS

Los más precoces

- Campeón más joven de la historia: Fernando Alonso, 24 años, 1 mes, 27 días. Emersson Fittipaldi: 25 años.

- Vencedor más jóven de un gran premio: Sebastian Vettel, 21 años, 2 meses y 11 días (Italia 2008). Alonso: 22 años y 26 días (Hungría 2003).

- Podio más joven: Vettel: 21 años, 2 meses y 11 díasa). Alonso: 21 años, 7 meses y 22 días (Malasia, 2003).

- 'Pole' más joven: Vettel: 21 años, 7 meses y 21 días (Italia, 2008). Alonso: 21 años, 7 meses y 21 días (Malasia 2003).

- Vuelta rápida más joven: Nico Rosberg: 20 años, 8 meses, 13 días. Alonso: 21 años, 10 meses, 17 días (Canadá 2003).

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