Reportaje:

Alonso vuelve al trazado que le cambió la vida

Su triunfo en Spa en F-3000 le situó en la órbita de Renault y Ferrari

"Míralo, está allí". Cuando se baja la vista, se vislumbra el mítico circuito de Spa Francorchamps. Los coches debían debutar en él en 1921, pero hubo un único inscrito y la primera carrera no se realizó. Desde entonces, el trazado belga ha ido configurando una leyenda que le ha convertido en un escenario mítico: el más largo del Mundial con sus siete kilómetros. "Y, junto con Mónaco, el lugar en que todos los pilotos quieren ganar", concede Fernando Alonso.

Spa es capaz de encumbrar o de hundir a cualquier piloto. Alonso subió al podio el año pasado con McLaren y había concluido segund...

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"Míralo, está allí". Cuando se baja la vista, se vislumbra el mítico circuito de Spa Francorchamps. Los coches debían debutar en él en 1921, pero hubo un único inscrito y la primera carrera no se realizó. Desde entonces, el trazado belga ha ido configurando una leyenda que le ha convertido en un escenario mítico: el más largo del Mundial con sus siete kilómetros. "Y, junto con Mónaco, el lugar en que todos los pilotos quieren ganar", concede Fernando Alonso.

Spa es capaz de encumbrar o de hundir a cualquier piloto. Alonso subió al podio el año pasado con McLaren y había concluido segundo en 2005 con Renault. Sin embargo, nunca ha ganado con un F-1. Su única victoria se remonta a 2000 y se produjo en un F-3000. Pero le sirvió para entrar en la órbita de las grandes escuderías de F-1: a partir de aquel momento Renault y Ferrari se interesaron por él.

"Recuerdo perfectamente aquella carrera", reflexiona Alonso. "Mi temporada había sido muy dura. Pero en Hungría logré un podio y en Spa, la última carrera, hice la pole, la vuelta rápida y gané. Sentía una gran euforia. Pisé el paddock de la F-1 por primera vez. Estuve con Gené y con Mazzacane. Fue mágico. Y es verdad que me abrió la puerta de la F-1. Al cabo de un mes Briatore me ofreció estar en Renault a largo plazo y contactamos con otras escuderías".

Cuando aquello ocurrió, a finales de agosto de 2000, Alonso acababa de firmar por cinco años con Minardi. Tras correr en Spa, Briatore y Jean Todt apostaron por él. Todt le ofrecía entrar en Ferrari -sin dejar claro en qué condiciones- e ir cedido un año a la escudería Prost. Briatore le prometía un volante en el futuro en Renault y le cedía un año a Minardi. La decisión estaba en manos de Giancarlo Minardi, que necesitaba dinero para mantener a su equipo. Y optó por Renault, sin esperar a Todt. Alonso fue dos veces campeón con Renault (2005 y 2006), pero parecía haberse cerrado las puertas de Ferrari. Hasta que el francés dejó la escudería de Maranello y comenzó a especularse con su incorporación a Ferrari para 2010. Ayer se desveló un nuevo contacto la semana pasada en Monza - "sólo nos saludamos"- entre Alonso y Montezemolo.

"Sin aquella carrera en Spa, tal vez todo se habría retrasado otro año", agrega Alonso. "Ahora miro al futuro, y quiero es ganar con un F-1 en este circuito".

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