Reportaje:Abierto de Estados Unidos

"Djokovic es un poco payasete"

Robredo, batido en cinco 'sets', critica el comportamiento del serbio

Novak Djokovic boqueaba como un pez fuera del agua y gesticulaba dolores innombrables como si la vida se le escapara a cada paso. Había llamado ya dos veces al fisioterapeuta. Renqueaba de la cadera, del tobillo y del orgullo destruido: había dejado que el partido llegara al quinto set tras ir mandando por un break en la cuarta manga. Y Tommy Robredo, embalado. Y Robredo, indomable. Y Robredo, agresivo, caído por los suelos y vomitando palabras gruesas contra la labor de un juez de línea y del contrario. Siempre corajudo. Pero, finalmente, derrotado (4-6, 6-2, 6-3, 5-7 y 6-3) por...

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Novak Djokovic boqueaba como un pez fuera del agua y gesticulaba dolores innombrables como si la vida se le escapara a cada paso. Había llamado ya dos veces al fisioterapeuta. Renqueaba de la cadera, del tobillo y del orgullo destruido: había dejado que el partido llegara al quinto set tras ir mandando por un break en la cuarta manga. Y Tommy Robredo, embalado. Y Robredo, indomable. Y Robredo, agresivo, caído por los suelos y vomitando palabras gruesas contra la labor de un juez de línea y del contrario. Siempre corajudo. Pero, finalmente, derrotado (4-6, 6-2, 6-3, 5-7 y 6-3) por el serbio.

"Djokovic es un poco showman, un poco payasete en la pista", se quejó luego Robredo. "Siempre que pierde un set le duele algo. Siempre pide la ayuda del fisio en momentos en que no va ganando. Eso te hace sospechar que no lo hace con buena fe. Lástima que las reglas permitan estas cosas", continuó; "ha sido mejor que yo, pero eso no me gusta. Hay que ser honrado, jugar y correr. Yo tenía una pierna doblada, los pies ardiendo, pero he corrido hasta el final. Es una pena que en los dos lados no haya sido lo mismo. Lo ha hecho [pedir la asistencia del fisioterapeuta] en momentos importantes. Después de correr cuatro horas como un loco, se me ha escapado. Ha sido una derrota, pero... una derrota con gloria".

Su rival no lo vio de la misma manera. Djokovic entró y salió del partido con una frecuencia pasmosa. Lanzó la raqueta al suelo y fue penalizado con un punto por ello. En un gesto de deportividad, corrigió en favor de Robredo una bola que habían cantado mala al español. Se supo observado desde un palco por Jason Lezak, el hombre del prodigiosa relevo que le dio a Michael Phelps su oro olímpico más peleado (4x100 metros libre). Y acabó recriminando al público que no le apoyara. "Necesito agarrarme a la red para no caerme", dijo aún sobre la pista; "estoy exhausto. Si empezamos a hablar ahora de las cosas que me han molestado durante el partido, no pararemos hasta mañana".

Djokovic ya está en los cuartos de final. Y, con él, Gilles Müller, un luxemburgués procedente de la fase de clasificación, que eliminó al ruso Nikolay Davydenko (6-4, 4-6, 6-3 y 7-6).

Tommy Robredo se dispone a sacar ante Novak Djokovic.REUTERS

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