Un conductor arrolla a ocho personas en una calle peatonal de Málaga

Un conductor de 41 años, con antecedentes psiquiátricos, irrumpió ayer con su vehículo a toda velocidad por la calle Larios, la vía peatonal más concurrida de Málaga, y atropelló a ocho personas. Dos turistas de nacionalidad alemana e italiana se encuentran en estado muy grave.

Alrededor de las doce del mediodía, el conductor inició un violento y frenético recorrido al volante de un Rover de color negro por la calle Larios, repleta de gente en fin de semana. El coche entró a Larios en dirección norte, a pesar de que en la entrada hay bolardos y maceteros, y se llevó por delante a...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Un conductor de 41 años, con antecedentes psiquiátricos, irrumpió ayer con su vehículo a toda velocidad por la calle Larios, la vía peatonal más concurrida de Málaga, y atropelló a ocho personas. Dos turistas de nacionalidad alemana e italiana se encuentran en estado muy grave.

Alrededor de las doce del mediodía, el conductor inició un violento y frenético recorrido al volante de un Rover de color negro por la calle Larios, repleta de gente en fin de semana. El coche entró a Larios en dirección norte, a pesar de que en la entrada hay bolardos y maceteros, y se llevó por delante a todas las personas que encontró a su paso, hasta llegar a la plaza de la Constitución.

"La gente ha empezado a huir despavorida, corriendo como loca por todas partes", cuenta Pedro Martos, encargado de una cafetería de la zona. "Era de película, nadie imaginaba que pudiese pasar algo así", repite.

En la plaza, tras derrapar, intentó acceder a la calle Compañía, pero al ser muy estrecha tuvo que desistir. El conductor optó por enfilar de nuevo la calle Larios, esta vez en dirección contraria. Casi al final de la calle, un trabajador municipal colocó en medio un camión de la limpieza y el hombre tuvo que frenar en seco. Un policía de paisano y una decena de peatones se echaron encima del coche para detener su marcha. Según los testigos, le cerraron el paso y la gente empezó a decirle al conductor que saliese del coche. "¡Sí, para que me maten!", gritó.

"Tuvieron que sacarlo a la fuerza", relata Francisca Villaló, trabajadora de una heladería. Las huellas de la frenada y la sangre marcaban la marcha suicida que protagonizó el conductor, vecino de Málaga y que estos días había abandonado el tratamiento médico que seguía desde hace 10 años, según fuentes policiales.

Heridos muy graves

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Por el camino se llevó por delante a ocho personas, de nacionalidades española, finlandesa e italiana. Todos los heridos evolucionaban ayer favorablemente, excepto dos mujeres que se encuentran en situación muy crítica, con dos fuertes golpes en la cabeza. Una turista italiana, de 62 años, que viajaba en un crucero, permanecía en la UCI, y otra alemana, de 42 años, que visitaba la ciudad con su marido y un hijo, iba a ser trasladada a esa misma unidad tras una operación. En estado grave también se encontraba un hombre de 52 años, que permanecía en observación.

El conductor, que dio negativo en la prueba de alcoholemia, quedó detenido en comisaría. "Daba un testimonio incongruente y sin sentido", explicaron fuentes de la investigación.

Sobre la firma

Archivado En