"Los españoles tienen una creatividad innata"

La cabeza redonda de Maurits Hendriks (Ámsterdam, 1971) parecía una fuente de calor en la atmósfera pesada del mediodía pekinés. El hombre que dirige a la selección española de hockey se movía ayer por la Villa Olímpica tras sus jugadores como un rinoceronte detrás de las gacelas. Planificando horarios, repartiendo funciones, dando avisos, impartiendo órdenes y anticipándose obsesivamente a la final contra Alemania. Estaba en la gloria. No era la primera vez. Hoy dirigirá su tercera final olímpica, tras ganar dos oros con Holanda en 1994 y 2000.

Pregunta. ¿Quién es Maurits Hendri...

La cabeza redonda de Maurits Hendriks (Ámsterdam, 1971) parecía una fuente de calor en la atmósfera pesada del mediodía pekinés. El hombre que dirige a la selección española de hockey se movía ayer por la Villa Olímpica tras sus jugadores como un rinoceronte detrás de las gacelas. Planificando horarios, repartiendo funciones, dando avisos, impartiendo órdenes y anticipándose obsesivamente a la final contra Alemania. Estaba en la gloria. No era la primera vez. Hoy dirigirá su tercera final olímpica, tras ganar dos oros con Holanda en 1994 y 2000.

Pregunta. ¿Quién es Maurits Hendriks?

Respuesta. Ahora mismo, hablar de mí me cuesta mucho. Sí, hombre, tengo un trabajo pendiente que me ocupa mucho la cabeza.

"Después de Atenas, Fàbregas y Amat casi se retiran porque tenían que trabajar" "A Robinho

"Santi Freixa es polivalente, goleador, fuerte. Tenerle delante es una pesadilla"

P. Hábleme, entonces, de lo que le ocupa. ¿Cómo empezó su jornada?

R. Mi jornada empezó el jueves por la noche. Mientras nos tomábamos una cerveza, decidimos cómo nos repartiríamos el trabajo. Quién se ocupa de analizar determinados partidos, quién se ocupa de otros, quién se ocupa de qué partes y quién de qué otras. Hay penaltis-córner, faltas, tiros... Para estudiar a Alemania con el vídeo hemos elegido dos partidos amistosos que jugamos en Terrassa y el que jugamos aquí en el grupo. Como éste no nos salió bien

tenemos que poner el dedo en el punto defectuoso.

P. ¿Qué falló?

R. Nos costó muchísimo hacer llegar los pases verticales. Esto puede ser por las zonas que eliges para pasar, por el ritmo al que juegas, por los desmarques que haces o que no haces y por cómo ellos leen las jugadas. Hay unas cuantas variables y las tenemos que simplificar para ofrecérselas a los chicos rápidamente.

P. ¿Cómo se analiza a un rival con vídeos?

R. Tenemos los programas de edición más avanzados. Dividimos las jugadas en categorías. Por ejemplo, las anticipaciones en la defensa. Según las vamos viendo en el vídeo del partido, las arrastramos a la carpeta correspondiente. Muy fácil. Clic, clic, clic. Lo ponemos todo en orden, cada jugada en su sitio. Y luego vemos todas las jugadas similares de un tirón. Cuando ves un partido, no te das cuenta. Pero, cuando ves 30 anticipaciones del equipo alemán, empiezas a ver tendencias: "¡Hostia, mira! ¡Lo que hacen es esto!".

P. Ahora, España está obteniendo más éxitos en los deportes de equipo. ¿Qué los hace diferentes y por qué no ocurrió antes?

R. Santi Freixa lo ha dicho muy bien. Los españoles tienen un punto creativo innato. Es el espíritu meridional, que te empuja a intentar diferenciarte del que tienes al lado. Lo que se ha visto ahora es que, debido a este talento, muchos jugadores se han ido al extranjero. ¿Y qué han aprendido allí? Idiomas, disciplina y estructura occidental. Esto, de vez en cuando, en España falta. Pero los que emigran, cuando vuelven, lo traen incorporado. Entonces, de repente, se ve en el hockey con los que se han ido a jugar la Liga holandesa, en el baloncesto con los de la NBA e incluso en el fútbol con los de la Premier League. Estos deportes se han enriquecido gracias a estos chicos. Y ahí están los resultados.

P. Freixa es su jugador fetiche. El delantero más desequilibrante que tiene. ¿Qué le dirá antes de la final?

R. No le voy a molestar mucho. Está en su nube y yo quiero que se quede en su nube. Esto se llama flow y lo peor que puede hacer su entrenador es hablarle mucho. El flow es un concepto mítico de la psicología aplicada al deporte en los países anglosajones. Bolt, claramente, ha llegado a eso. Como entrenador, es difícil conseguirlo y fácil de romperlo. Tienes que darte cuenta de que lo puedes estropear. Mejor dejarlo.

P. ¿En qué ha cambiado su equipo desde Atenas?

R. Atacamos con más velocidad y, cuando perdemos la bola, no tardamos ni dos segundos en empezar la presión. Ahora, los equipos que juegan contra nosotros sufren cuando tienen la bola y cuando no la tienen. Santi Freixa es un ejemplo de esto porque es polivalente, goleador, explosivo, fuerte. Es uno de los delanteros que más presionan a los defensas contrarios. Tener a Santi delante es una pesadilla. Es un atleta, una bestia. Yo a mis delanteros les exijo físicamente tanto que hasta me da pena de ellos. Santi, Tubau y Amat no son sólo los más talentosos del mundo. Además, son una línea de defensa muy jodida. Porque a mí me vale diez veces más quitarle la bola al contrario en la línea de su defensa que en la mía.

P. ¿Qué indicación hará a sus centrocampistas para que los alemanes no les corten los pases en profundidad?

R. Lo que yo diga se leerá en Alemania. Hay gente que traduce todo.

P. ¿Qué haría si el Real Madrid le fichase como asesor?

R. Le diría a Robinho que, además de entrenarse, hiciese alguna actividad intelectual. Mejoraría como jugador. Cada deporte de equipo te exige como máximo cuatro horas al día. Y luego, ¿qué? Les diría a los jugadores que hagan una hora de música o de clases de idiomas. Cualquier cosa que te saque del ámbito competitivo. Volverían al campo con la cabeza fresca.

P. ¿Y por qué no lo aplica con sus jugadores?

R. Porque el hockey en España no es profesional y todos estudian o tienen un trabajo. Cuando terminaron los Juegos de Atenas, nos enfrentamos a un problema muy grave porque algunos de los jugadores más importantes del equipo, como el capitán, Kiko Fàbregas, y el delantero Pol Amat, el hombre con más experiencia internacional, estuvieron a punto de retirarse porque tenían que trabajar.

P. ¿Y qué pasó?

R. Que en España la mentalidad de las empresas está cambiando. Nosotros tuvimos suerte de encontrarlas. Kiko es ingeniero industrial y tuvo que dejar su trabajo para preparar los Juegos de 2004. Ahora trabaja en una empresa que fabrica ascensores y no le han pedido que renuncie. Pol es economista y estuvo en Price Waterhouse durante todo este ciclo. Hay fases del año en las que se ha entrenado todo el día y en su empresa han sido muy comprensivos. Se dieron cuenta de que fichar deportistas de élite les permitía incorporar un capital intangible: una persona ejemplar, disciplinada, saludable, que te da prestigio y demuestra que el trabajo en la empresa no está reñido con otras actividades. La consultora BDO utiliza a los jugadores de hockey como ejemplo. El futuro del hockey profesional pasa por este camino.