Reportaje:ISLANDIA 36 - ESPAÑA 30 | PEKÍN 2008 | Balonmano

Sin opción alguna

Islandia arrolla de principio a fin a España, que disputará el bronce a Croacia

Por mucho que dure un partido, hay ocasiones en las que bastan cinco minutos para comprobar que cualquier opción de victoria resulta remota. Le ocurrió a España ante Islandia, que se disparó con un 5-0 inicial y ya no tuvo freno. En una hora de partido real, el equipo de Juan Carlos Pastor jamás tuvo una ventaja y sólo logró igualar dos veces: 9-9 (m. 16) y 13-13 (m. 27). La superioridad islandesa resultó aplastante. Los españoles no pintaron nada, descuartizados en la defensa y a oscuras en el ataque. España fue la España que ha desfilado por el torneo, una selección de corte plano, de plasti...

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Por mucho que dure un partido, hay ocasiones en las que bastan cinco minutos para comprobar que cualquier opción de victoria resulta remota. Le ocurrió a España ante Islandia, que se disparó con un 5-0 inicial y ya no tuvo freno. En una hora de partido real, el equipo de Juan Carlos Pastor jamás tuvo una ventaja y sólo logró igualar dos veces: 9-9 (m. 16) y 13-13 (m. 27). La superioridad islandesa resultó aplastante. Los españoles no pintaron nada, descuartizados en la defensa y a oscuras en el ataque. España fue la España que ha desfilado por el torneo, una selección de corte plano, de plastilina delante de su portero y espesa ante el meta rival. Sólo ha sido capaz de vencer, y con apuros, a Polonia, China, Brasil y Corea del Sur, que no están precisamente en la élite. Beneficiado por el cruce de cuartos, el equipo español se asomó por tercera vez a una final olímpica y, de nuevo, quedó frustrado. Esta vez, con una generación de jugadores animosos, pero de menos talento que las anteriores cosechas. Pese a todo, aún puede igualar el bronce conseguido en Atlanta y Sidney si mañana derrota a Croacia (7.30, hora peninsular española).

El equipo de Pastor cedió un 5-0 de salida, jamás tuvo una ventaja y sólo igualó dos veces

España tardó más de cinco minutos en marcar su primer gol. Para entonces, su adversario sumaba cinco tras un arranque pletórico ante la triste y fría mirada de los españoles, que concedían una contra tras otra. "No os peléis con ellos", gritaba Pastor en un tiempo muerto, sabedor de que a España no le interesaba el cuerpo a cuerpo con el pivote rival y otra clase de guerrillas.

Ante la complacencia de su equipo, el seleccionador trastocó de inmediato sus planes e irrumpió Davis con la misión de esposar a Stefansson, guía islandés junto al implacable central Gudjonsson, el máximo anotador del torneo. Con el contagio defensivo de Davis y la única racha positiva de Iker Romero en la competición, España logró el primero de sus dos empates. Una absurda exclusión de Prieto, que se hizo el muerto cuando no debía para frenar un contraataque rival, de nuevo desenganchó a los españoles.

Siempre a rebufo y al dictado de Islandia, España ya no encontró la receta. Con un boquete central en la defensa, por donde su adversario hacía gravitar el juego, y con los extremos de meros señuelos, de nada le sirvió el excelente segundo acto de Barrufet. Frente a la meta islandesa sólo había confusión, ansiedad y un exceso de premura. Sin tiro exterior, con Romero otra vez errático y Malmagro desenchufado, Pastor recurrió a Alberto Entrerríos, el brazo de España, lastimado en el tobillo derecho desde el último partido de la primera fase. Sin remedio. El jugador del Ciudad Real se quedó en blanco y falló sus cuatro lanzamientos. Al técnico se le acabaron las pócimas tras la expulsión de Prieto, el pivote que con su versatilidad había sostenido al equipo.

España llegó al último trecho amparada por Barrufet, que durante diez minutos aplacó la tormenta. De nada le sirvió a su equipo, precipitado y deshilachado al atacar con Juanín García, su mejor goleador, secado (un gol en el segundo tiempo, lo mismo que Romero). Sin antídotos, el equipo se desplomó. En realidad, siempre estuvo de rebajas y perdió la mejor ocasión de su historia de disputar una final olímpica. Con las dos grandes selecciones del momento, Francia y Croacia, cruzadas en la otra semifinal, todo estaba abierto. Islandia no contaba en los pronósticos, pero España jamás se mereció premio alguno. Le queda disputar el bronce, que no es poca cosa.PEKÍN 2008

Balonmano

Islandia: Gustavsson (Gudminsson); Geirsson (7), Sigursson (2), Hallgrimsson (3), Atlasson, Sigursson (7), Gudjonsson (6), Steffansson (5), Asgeirson, Pettersson (2), Jakobson, Gunnarsson (2) e Ingmundarsson (2).

España: Barrufet (Hombrados); A. Entrerríos, Rocas (7), R. Entrerríos (3), Garabaya (2), Prieto (4), Belaustegui (3), Lozano (1), Davis, Juanín García (5), I. Romero (5) y Malmagro.

Parciales: 5-0, 8-6, 8-8, 12-9, 17-15 (descanso); 21-18, 24-20, 27-24, 31-25, 33-28 y 36-30.

Islandia y Francia, que ganó a Croacia por 25-23, jugarán la final. España disputará el bronce a Croacia.

Iker Romero intenta controlar la pelota ante la presión de Hallgrimsson.EFE

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