PEKÍN 2008 | Atletismo

Casañas, quinto, desplaza a Pestano en disco

Mario Pestano respiró cuando el estonio Aleksander Tammert se quedó en 61,38 metros con su tercer lanzamiento. Ya se podía considerar prácticamente un finalista con derecho a mejora: de los que tirarían detrás de él, sólo Frank Casañas podía apartarle de la octava plaza y el cubano, que debuta como español en estos Juegos, nunca le había derrotado. Pero llegó el momento y Casañas -casado desde 2005 con la martillista Loli Pedrares-, soltó el brazo: 64,46 metros, uno más que el canario. Una final más en la que se queda lejos de sus objetivos: en este caso, por sólo un centímetro, el que separó ...

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Mario Pestano respiró cuando el estonio Aleksander Tammert se quedó en 61,38 metros con su tercer lanzamiento. Ya se podía considerar prácticamente un finalista con derecho a mejora: de los que tirarían detrás de él, sólo Frank Casañas podía apartarle de la octava plaza y el cubano, que debuta como español en estos Juegos, nunca le había derrotado. Pero llegó el momento y Casañas -casado desde 2005 con la martillista Loli Pedrares-, soltó el brazo: 64,46 metros, uno más que el canario. Una final más en la que se queda lejos de sus objetivos: en este caso, por sólo un centímetro, el que separó su mejor lanzamiento (63,43) del octavo clasificado, el húngaro Robert Fazekas, aquél que lanzó a más de 70 metros en Atenas, pero que fue descalificado antes de recibir su medalla al descubrirse que intentó utilizar un pene de plástico cargado de orina limpia en el control antidopaje.

Antes de los vestuarios, Pestano debió de pasar, como en una película de pesadillas, por un déjà vu con la prensa. "Llamadlo como queráis", dijo el discóbolo, de 30 años, quien, brazo encogido, se quedó a seis metros de su mejor marca. "Ha sido un mal trago. No ha habido feeling con el disco. Ponedlo así, que queda bonito. Siempre que salgo así, con la mochila a mitad de una final [y es la tercera vez consecutiva], se piensa en una oportunidad perdida, pero soy un luchador, un currante. Sé que soy un gran discóbolo. Se me resisten las medallas, ¡qué le voy a hacer!".

Casañas, físicamente, impone la mitad que Pestano, pero, llegada la competición, se crece. "Estoy hecho un cazador", dijo; "es la primera vez que saco los mejores lanzamientos en la última oportunidad". Si con el tercero logró el pase a la mejora, con el sexto, de 66,49 metros, se colocó quinto en una competición en la que el estonio Gerd Kanter se impuso con 68,82 al polaco Piotr Malachowski (67,82) y al lituano Virgilius Alekna (67,79). "Ahora sólo me falta saber controlar la ansiedad en la competición", concluyó.

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