Crónica:

Los viejos fantasmas del Niño

Sergio García deja escapar en el torneo de la PGA norteamericana otro 'grande' cuando era líder en la última jornada

Otra vez la misma historia y ante el mismo rival. Sergio García volvió a dejar escapar la victoria en un grande en la última jornada, esta vez en el torneo de la PGA norteamericana, contra el irlandés Padraig Harrington. Se repitió la misma imagen del Open Británico de 2007, cuando El Niño afrontaba el recorrido final con ventaja para doctorarse entre los mejores y Harrington le comió el terreno y la moral hasta alzarse con la jarra de plata. El mismo guión que acabó escrito en Oakland Hills. Sergio desaprovechó un golpe de ventaja en los últimos cinco hoyos y acabó segundo tras ...

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Otra vez la misma historia y ante el mismo rival. Sergio García volvió a dejar escapar la victoria en un grande en la última jornada, esta vez en el torneo de la PGA norteamericana, contra el irlandés Padraig Harrington. Se repitió la misma imagen del Open Británico de 2007, cuando El Niño afrontaba el recorrido final con ventaja para doctorarse entre los mejores y Harrington le comió el terreno y la moral hasta alzarse con la jarra de plata. El mismo guión que acabó escrito en Oakland Hills. Sergio desaprovechó un golpe de ventaja en los últimos cinco hoyos y acabó segundo tras Harrington cuando era el líder y todo soplaba a su favor.

El castellonense comenzó el cuarto día a tres golpes del líder, el estadounidense Ben Curtis. Un birdie en el primer hoyo y un gran eagle en el segundo dispararon su moral y le auparon al primer puesto de la tabla. Hasta que apareció Harrington, como en aquella tarde en Carnoustie hace un año, y con él todos los viejos fantasmas de García. El hoyo volvió a escupir la bola del Niño, se le esfumó un putt para birdie en el 15, se fue al agua en el 16 y sumó un bogey fatal en el 17 para gozo de Harrington, de nuevo magistral en el green con el juego corto.

La fortaleza mental del irlandés, una roca cuando llega la hora de la verdad, chocó de nuevo con la tristeza de García, perdedor en las tardes decisivas. El Niño acabó segundo, a dos golpes del líder, y de nuevo con la maleta sin título y otra oportunidad perdida. Esta vez no soportaba en sus hombros la presión que le cayó en el Open Británico de este año, cuando la ausencia del lesionado Tiger Woods y sus buenas sensaciones en el link le situaron bajo todos los focos. Entonces era el gran favorito y acaparaba todas las portadas, pero acabó en el peor puesto (51º) en las ediciones en que pasó el corte después de unos nueve hoyos finales de principiante. Al torneo de la PGA llegó de tapado, sin nadie que le exigiera la victoria. Pero tampoco así se quitó el yugo.

Harrington ganó el cuarto y último grande de la temporada, otra oportunidad para todos los golfistas antes de que Woods vuelva el próximo año a escena. El irlandés, ganador ya este año del Open Británico, se convirtió en el primer europeo que conquista el torneo norteamericano desde el escocés Tommy Armour en 1930 y también en el primer europeo en ganar un major estadounidense desde la victoria de José María Olazábal en el Masters de 1999. Con su segundo puesto, García asciende hasta la cuarta plaza mundial, pero con el sabor amargo de otra bala perdida.

Sergio García lamenta un golpe fallado en el torneo de la PGA.AFP

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