El mejor salto mortal de Li Ning

En la gimnasia, como en todos los deportes, hay campeones, estrellas mediáticas, y grandísimos deportistas que no llegan a ganar nunca todo lo que deberían. Li Ning fue uno de estos últimos. El mejor gimnasta de los años 80, con permiso del soviético Bilozertchev, no fue nunca campeón del mundo absoluto ni ganó la final individual de unos Juegos Olímpicos, tal y como se exige a los grandes. Y eso que en los suyos, los de Los Ángeles 84, el boicot de los antiguos países comunistas le dejó como único favorito. Li Ning se volvió con seis medallas a China -tres oros, dos platas y un bronce-, pero ...

En la gimnasia, como en todos los deportes, hay campeones, estrellas mediáticas, y grandísimos deportistas que no llegan a ganar nunca todo lo que deberían. Li Ning fue uno de estos últimos. El mejor gimnasta de los años 80, con permiso del soviético Bilozertchev, no fue nunca campeón del mundo absoluto ni ganó la final individual de unos Juegos Olímpicos, tal y como se exige a los grandes. Y eso que en los suyos, los de Los Ángeles 84, el boicot de los antiguos países comunistas le dejó como único favorito. Li Ning se volvió con seis medallas a China -tres oros, dos platas y un bronce-, pero falló en sus dos grandes retos en el debut olímpico de su país: le robaron el título de equipos (Estados Unidos) y regaló con sus fallos el oro individual.

Da igual. Li Ning fue un gimnasta asombroso que en su debut internacional arrasó en la Copa de Mundo: campeón absoluto y de cinco de los seis aparatos. Todo el mundo quería ver de cerca al chino de pelo de punta, sonrisa fácil, técnica precisa y mortales increíbles. Era una estrella.

Retirado a finales de los 80, fundó la empresa de ropa deportiva que lleva su nombre en la década siguiente. La misma que viste al equipo español. Ayer Li Ning volvió a volar sobre Pekín, suspendido esta vez de unos cables, para encender el pebetero olímpico.