El primer llanto, en un taxi y de madrugada

Los llantos de un bebé retumban en las paredes de un pasillo del hospital 12 de Octubre. ¿Será Óscar Iván? Pues no. El recién nacido descansa, profundamente dormido, al lado de su madre, en la habitación 313. Y eso que ha tenido una noche movidita.

Le ha tocado nacer en un taxi, de madrugada, y viajar después en una ambulancia del Samur hasta el hospital.

Pero nadie lo diría. Ni el bebé ni su madre, Iderci Reyes, de 21 años, acusan la noche en vela que han pasado. Los dos atienden pacientes a las cámaras, los flases y las preguntas de un montón de periodistas que han acudido al h...

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Los llantos de un bebé retumban en las paredes de un pasillo del hospital 12 de Octubre. ¿Será Óscar Iván? Pues no. El recién nacido descansa, profundamente dormido, al lado de su madre, en la habitación 313. Y eso que ha tenido una noche movidita.

Le ha tocado nacer en un taxi, de madrugada, y viajar después en una ambulancia del Samur hasta el hospital.

Pero nadie lo diría. Ni el bebé ni su madre, Iderci Reyes, de 21 años, acusan la noche en vela que han pasado. Los dos atienden pacientes a las cámaras, los flases y las preguntas de un montón de periodistas que han acudido al hospital para saber de su particular alumbramiento. "Sólo se asustó el taxista", asegura la mujer, con una sonrisa.

Iderci, embarazada de 39 semanas y 5 días (el periodo de gestación es de unas cuarenta semanas), estaba pasando la noche en casa de su suegra, en Cuatro Caminos.Rondando las 2.30 empezó a sentir las primeras molestias. La mujer, que tiene dos hijos más, se confió. Pensó que por el tipo de contracciones y la frecuencia, a Óscar Iván aún le quedaba un rato para llegar. Avisó a su marido y a su cuñado, que estaban despiertos, jugando a la playstation, y se pusieron en marcha. "Me dijeron que pidiéramos una ambulancia, pero yo les dije que no hacía falta, que mejor cogíamos un taxi", relata desde la cama del hospital.

Ya en el taxi, las contracciones se aceleraron a la altura de la glorieta de Atocha. "Le tuve que decir al taxista que parara que el bebé estaba viniendo", explica la mujer. Y en un pispás, Iderci rompió aguas y tuvo a Óscar Iván asomando la cabeza por entre sus piernas. "Mi único miedo era que el bebé cayera al suelo", asegura.

El parto fue fácil: "No me dolió nada y tardé apenas unos minutos". Para que pudiera dar a luz, su cuñado abrió la puerta trasera del coche e Iderci estiró las piernas, mientras su marido le sostenía la cabeza, que tenía apoyada en las piernas de él. La mujer, madre experimentada, alaba el buen hacer de su esposo: "Me tuvo que quitar el pantalón y mientras con una mano me sujetaba a mí, con la otra cogió a Óscar Iván para que no resbalara hasta el suelo".

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Ni Iderci, ni su marido, ni su cuñado tuvieron miedo, ni se plantearon que el parto pudiera complicarse. Más canguelo le entró al taxista, asegura la madre. EL PAÍS trató de contactar con el hombre, sin éxito. "Sólo él se asustó. Salió corriendo del taxi y llamó a la ambulancia", relata la madre. Añade que el conductor no quiso cobrarles el viaje hasta Atocha.

Poco después llegó el Samur, cortó el cordón umbilical y trasladó a madre e hijo al hospital. A pesar del susto y de las manchas en el coche, el conductor del taxi se quedó "tranquilo y contento" de que todo hubiera ido bien. Eran cerca de las 3.15. El bebé había pesado 2,5 kilos.

Con sólo unas horas de vida, Óscar Iván luce una mata de pelos negro azabache en la cabeza que resalta con el blanco de la sábana que le envuelve. Es del mismo color y textura que el de Iderci. A su padre le debe el nombre, Óscar Iván.

La pareja es de origen dominicano. La mujer lleva siete años en España. "Me trajo mi madre", explica. Sobre su peculiar nombre, cuenta que fue idea de su tío: "Tuvo una novia una vez que se llamaba así y por eso me lo pusieron". Iderci trabaja como camarera, y su marido, en la construcción.

A partir de ayer la familia ya es numerosa. Wanda, de seis años, y Malena, de dos, más su recién nacido hermano y los progenitores suman cinco. Y todos viven en la casa de la madre de Iderci, en el barrio de Orcasur, en el distrito de Usera, con dos hermanos más de la mujer. El piso tendrá que ser compartido a partir de ahora por ocho personas. "Ya nos apañaremos", dice Iderci, quitándole importancia.

Iderci Reyes, con su hijo recién nacido en el hospital 12 de Octubre.ULY MARTÍN
Una dominicana de 21 años ha dado a luz a un bebé de 2,5 kilos alrededor de las 3.00 horas de esta madrugada en un taxi, a la altura de la madrileña Glorieta de Atocha.Vídeo: ATLAS

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