FIB Heineken: Fuera prejuicios

HAY algo en My Morning Jacket digno de admirar. La banda de Louisville (Kentucky) es, sobre el papel, tal vez uno de los combos menos atractivos y modernos que se pueda imaginar. Unos barbudos que tocan un cruce entre rock sureño y jam bands y que cada vez que se arrancan con un solo en sus conciertos te daría tiempo de ir a casa a buscar el mechero y volver. Te entra sudor frío, convencido de que el retorno del prog rock se ha hecho realidad. "Suena fatal, la verdad", comenta por teléfono Jim James, líder absoluto de este grupo. "Por eso no me gusta dar entrevistas. Es complica...

HAY algo en My Morning Jacket digno de admirar. La banda de Louisville (Kentucky) es, sobre el papel, tal vez uno de los combos menos atractivos y modernos que se pueda imaginar. Unos barbudos que tocan un cruce entre rock sureño y jam bands y que cada vez que se arrancan con un solo en sus conciertos te daría tiempo de ir a casa a buscar el mechero y volver. Te entra sudor frío, convencido de que el retorno del prog rock se ha hecho realidad. "Suena fatal, la verdad", comenta por teléfono Jim James, líder absoluto de este grupo. "Por eso no me gusta dar entrevistas. Es complicado explicar este grupo. Cuando nos entrevistan de una revista moderna nos quieren acercar a su filosofía; si hablamos con una radio de Louisville tratan de lograr que digamos algo malo de las modas. Es agotador. No entiendo por qué deberíamos posicionarnos".

My Morning Jacket se formó en 1998. Tras dos álbumes de rock sureño algo ampuloso "y con más bien poca personalidad" y los primeros cambios de formación, el grupo editó en 2003 It still moves, su primera aproximación a realidades más complejas y ricas. Su debut para un gran sello. Fue el primer disco de la formación que entró en las listas americanas y el primer contacto con un segmento del público que se presuponía no era el suyo. Dos años más tarde, Z, una bestia de disco, confirmaba todo lo apuntado y ofrecía una ensalada de rock, funk, calipso, pop experimental y música religiosa atea. "Desde aquel disco somos una banda para los modernos y para los clásicos. Nos sentimos igual de bien entre ambos, aunque a mucha gente la sigamos confundiendo". Reconocibles por un aspecto casi cavernícola y libre de ironía y por un sonido expansivo, llevan su eclecticismo hasta casi el extremo en su nuevo disco. No contentos con ser los Radiohead de Dixie, con Evil urges se abandonan a Prince y a la música disco en un largo cuya secuencia de temas es una verdadera prueba. "Ésa es la idea. Me costó mucho decidir cómo ordenar las canciones. Hay estilos muy distintos y es complicado encontrar la coherencia. Mi idea fue colocar al principio del disco lo que menos se podía esperar de nosotros e ir avanzando. Es como un videojuego en el que empiezas en un país extraño y al final llegas a casa". Concebido como un doble vinilo, arranca como una fiesta colorida y termina como un atardecer campestre. Por el camino, rock de estadio, letanías hipnóticas, experimentos casi siempre fructíferos y, sobre todo, las mejores melodías jamás escritas por James. "Al final son sólo canciones, ése es el mensaje. Podemos tocar lo que nos dé la gana, pero siempre buenos temas". James atribulle esto último a su formación actual, la mejor que ha tenido la banda jamás, y a la paz que otorga un disco tan celebrado como el anterior, Z. Gracias a esto, My Morning Jacket ha tenido tiempo para conocerse (y amarse) mejor. "Creo que hoy somos más que nunca un grupo. Al final, la última palabra es mía, pero los otros miembros han aprendido a interactuar y yo estoy empezando a escuchar. Toda una experiencia para mí".

Jim James y Carl Broemel, el otro guitarra solista del combo, fueron incluidos en la lista que confeccionó Rolling Stone de los 20 nuevos dioses de la guitarra. Paralelamente, y siguiendo su elaborada política de confusión, James salía de gira folkista con M. Ward y Connor Oberst (Bright Eyes) con el fin de "desintoxicarse de tanta guitarra eléctrica, y tantos e-mails cagándose en nosotros por no tocar suficiente rock and roll". Además, Jim interpretó a Robbie Robertson (el que fuera líder de The Band) en el filme I'm not there.

"Editamos Okonokos porque todo el mundo insistía en que éramos una de las mejores bandas en directo del planeta y queríamos oírnos. Tampoco somos para tanto. Creo que en directo hay que vernos, y no por nuestra belleza". James se refiere a la serie de extravagancias que el grupo organiza cada fin de año "el pasado, en el Madison Square Garden" y que acostumbran a surgir, según palabras del líder, de "conversaciones entre cinco borrachos. Concursos para descubrir quién dice la estupidez mayor". Memorables bacanales que recuerdan tanto a The rocky horror picture show como a los más desquiciados directos de Flaming Lips. "Un lujo, tío. Que podamos llevar a cabo esas ideas imposibles es la muestra de que nos hemos convertido en una banda grande. El rock and roll es un trabajo, sí, pero un trabajo de puta madre".

Evil urges está publicado en Sinnamon. My Morning Jacket actúa el sábado 19 de julio en el FIB Heineken. www.fiberfib.com