Crónica:

Volando con el viento

Tyson Gay, empujado por un vendaval de 4,1 metros por segundo, corre los 100m en 9,68s

Al día siguiente de batir el récord de Estados Unidos de los 100 metros (9,77s, lo que le convierte en el tercer hombre más rápido de la historia), Tyson Gay corrió aún más deprisa. En la final de los trials certificó su clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín con una marca de 9,68s. Nunca un hombre había corrido tan rápido en cualquier tipo de circunstancias, que, en este caso, fueron verdaderamente excepcionales: Gay corrió con un viento a favor de 4,1 metros por segundo, más del doble del límite legal, fijado en 2 m/s, por lo que no será considerado oficialmente como récord ...

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Al día siguiente de batir el récord de Estados Unidos de los 100 metros (9,77s, lo que le convierte en el tercer hombre más rápido de la historia), Tyson Gay corrió aún más deprisa. En la final de los trials certificó su clasificación para los Juegos Olímpicos de Pekín con una marca de 9,68s. Nunca un hombre había corrido tan rápido en cualquier tipo de circunstancias, que, en este caso, fueron verdaderamente excepcionales: Gay corrió con un viento a favor de 4,1 metros por segundo, más del doble del límite legal, fijado en 2 m/s, por lo que no será considerado oficialmente como récord del mundo. Siguen vigentes, pues, los 9,72s logrados por el jamaicano Usain Bolt el 31 de mayo pasado, lo cual no significa que el joven gigante pueda dormir muy tranquilo, ni dar por segura su victoria olímpica.

"No me importa el viento que hubiera. Lo importante es que mi cuerpo pudo hacerlo"
El atletismo en Pekín 2008

Según las tablas de conversión que manejan los especialistas, un viento a favor de 4,1 m/s equivale a una ventaja de 1,8 décimas con respecto a un viento nulo, por lo que en ese caso la marca de Gay habría sido de 9,86s, por lo que con un viento de 2 m/s habría rondado los 9,77s, justamente la misma marca conseguida la víspera. Claro que no todos los sabios están de acuerdo con estas cuentas, lo que no preocupa en absoluto a Gay.

"Me importa un comino qué viento había", dijo el campeón del mundo. "Simplemente estoy contento porque mi cuerpo fue capaz de correr en ese tiempo. Ahora sé que lo llevo dentro". Para biomecánicos y fisiólogos el límite a la velocidad humana no lo fija tanto el motor -el sistema cardiovascular, la capacidad de las fibras musculares de contraerse rápidamente- como la carrocería, la resistencia de las articulaciones a la tremenda velocidad que supone dar cuarenta y pocas zancadas en menos de 9,7 segundos.

Jo Drummond, que no es científico sino un atleta convertido en técnico, ya sabía que el cuerpo de Gay, por lo menos, sí que resistiría al estrés de tal velocidad en las condiciones tremendas del Hayward Field de Eugene (Oregón), con más de 40 grados de temperatura. "Estás para correr por debajo de 9,7s", le dijo Drummond a Gay, un pupilo al que ayudó a salir de la depresión que le produjo Usain Bolt cuando batió el récord del mundo antes sus narices en Nueva York. La reconstrucción moral de Gay fue más física que mental: un duro trabajo de pesas en el gimnasio que le permitió reconstruir su técnica de salida, el punto más débil de sus 100 metros.

En la misma ventosa carrera lograron también plaza para Pekín Walter Dix (9,80s) y Darvis Patton (9,84s).

En los trials de Jamaica, mientras tanto, Usain Bolt logró también la clasificación en los 200 metros y Veronica Campbell-Brown, eliminada en los 100m, se clasificó en los 200m con unos magníficos 21,94s.: sólo otra mujer, Allyson Felix, había bajado de 22s en el siglo XXI.

Tyson Gay corre los 100 metros durante las pruebas de selección olímpica de Estados Unidos.AFP

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