Luis desconcierta al grupo

Vivía el grupo feliz por el buen ambiente que se respira en la concentración tirolesa, pero abrió la boca Luis Aragonés y les desconcertó a todos. Nada se ha roto entre el seleccionador y el equipo, pero a los internacionales les han sorprendido algunos detalles del jefe. A Ramos, por ejemplo, le tiene loco. Un día le critica por subir demasiado la banda -después del partido ante Perú, en Huelva, sin ir más lejos- y al siguiente -tras la victoria ante Rusia- le echa en cara que "tal vez debió subir más".

"No sabes lo que quiere. Lo bueno es que, si quiere algo, lo dice a la cara. Me pue...

Vivía el grupo feliz por el buen ambiente que se respira en la concentración tirolesa, pero abrió la boca Luis Aragonés y les desconcertó a todos. Nada se ha roto entre el seleccionador y el equipo, pero a los internacionales les han sorprendido algunos detalles del jefe. A Ramos, por ejemplo, le tiene loco. Un día le critica por subir demasiado la banda -después del partido ante Perú, en Huelva, sin ir más lejos- y al siguiente -tras la victoria ante Rusia- le echa en cara que "tal vez debió subir más".

"No sabes lo que quiere. Lo bueno es que, si quiere algo, lo dice a la cara. Me puede llegar a molestar no saber lo que quiere porque un día dice una cosa y al otro la contraria", razonó el lateral de Camas a Radio Marca. "Lo primero que tiene que hacer un defensa es defender, pero en nuestro sistema de juego tengo la banda libre y la obligación de subir", añade. Lo mismo le ocurrió a Torres. El seleccionador, en la charla del miércoles, advirtió de que no quería escenitas cuando quitara a un jugador y, acto seguido, ante los medios, avisó de que el enfado de Torres "no iba a quedarse ahí".

Si lo que pretendía Luis era tener despiertos a sus jugadores para que no se duerman en los laureles lo consiguió a tenor de lo sucedido ayer en el entrenamiento vespertino. Hubo tensión, traducida en algunas entradas duras, en el partidillo.