Reportaje:'Zapping' global / Estados Unidos

¡Tiembla, 'paparazzi'!

En un mundo con superávit de celebridades que huyen (y aman) a los paparazzi, resulta entretenido ver cómo cambian las tornas y los segundos se convierten en víctimas de los primeros. Ésa es la base del programa Pop fiction, de la cadena E!, producido por Ashton Kutcher, el actor y célebre marido de Demi Moore. En él, los famosos se confabulan para crear noticias falsas. El objetivo es conseguir que lleguen a los medios, que en estos tiempos no parecen preocuparse por la veracidad de lo que publican, sobre todo en el ámbito del cotilleo. La idea es hacerles creer, por ejemplo, qu...

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En un mundo con superávit de celebridades que huyen (y aman) a los paparazzi, resulta entretenido ver cómo cambian las tornas y los segundos se convierten en víctimas de los primeros. Ésa es la base del programa Pop fiction, de la cadena E!, producido por Ashton Kutcher, el actor y célebre marido de Demi Moore. En él, los famosos se confabulan para crear noticias falsas. El objetivo es conseguir que lleguen a los medios, que en estos tiempos no parecen preocuparse por la veracidad de lo que publican, sobre todo en el ámbito del cotilleo. La idea es hacerles creer, por ejemplo, que Eva Longoria (Mujeres desesperadas) tiene un lío con el actor Mario López a espaldas de su marido, Tony Parker.

Hasta la fecha, el capítulo más sonado fue el primero. Una semana antes de su estreno, todas las revistas y tabloides del cotilleo recogían "la nueva locura de Britney Spears". La cantante se había ido a cenar con un tipo vestido de naranja y aspecto de gurú que al despedirse la bendijo y le pidió que le regalara un collar de diamantes a un desconocido. La escena fue capturada por decenas de cámaras y publicada al día siguiente en medios como The New York Post y en las webs de los respetados Los Angeles Times o San Francisco Chronicle, que por supuesto teorizaron sobre los problemas teológicos y vitales de Spears. A los pocos días algunos medios descubrieron la identidad del supuesto gurú: era un actor, Maxie Santillan, y toda la escena había sido un montaje del programa, que se estrenó con Britney y con Avril Lavigne paseándose por Los Ángeles con (falsa) barriguita de embarazada.

Kutcher les ofrece así a los famosos la oportunidad de vengarse de la prensa rosa. Es la otra cara de la moneda: hace unos años, Kutcher presentaba Punk'd', en el que se creaban situaciones embarazosas para los famosos que se filmaban con cámara oculta.

Pero como suele ser habitual en EE UU no podía faltar la polémica: tras el estreno, Howard K. Stern, abogado y amante de la fallecida Anna Nicole Smith, afirmó que era una copia de un programa "idéntico" que él y la conejita Playboy le habían propuesto a la misma cadena en 2004 bajo el título Celebrities strike back.

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