Reportaje:30ª jornada de Liga

Despega el Madrid

El equipo de Schuster gana al Sevilla y se distancia seis puntos del Villarreal - El Barça se tapa los oídos ante las protestas de la afición - Broncas en Mestalla y Montjuïc - El descenso provoca duelos muy tensos

Despega el Madrid, que batió al Sevilla y se sitúa con seis puntos de ventaja sobre el Villarreal y siete respecto al Barcelona cuando faltan ocho jornadas para acabar la Liga. Llueve a favor del equipo de Schuster y, sin embargo, el Barça continúa tomando el sol, dispuesto a llegar a mayo con las decisiones que tomó en junio. No hay margen de maniobra en el Camp Nou porque mañana vuelve la Copa de Europa y aguarda el Schalke en un partido dramático por culpa de la eliminación en la Copa del Rey y la descolocación en la Liga tras la derrota en Heliópolis.

Así que Laporta mantiene a Rijk...

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Despega el Madrid, que batió al Sevilla y se sitúa con seis puntos de ventaja sobre el Villarreal y siete respecto al Barcelona cuando faltan ocho jornadas para acabar la Liga. Llueve a favor del equipo de Schuster y, sin embargo, el Barça continúa tomando el sol, dispuesto a llegar a mayo con las decisiones que tomó en junio. No hay margen de maniobra en el Camp Nou porque mañana vuelve la Copa de Europa y aguarda el Schalke en un partido dramático por culpa de la eliminación en la Copa del Rey y la descolocación en la Liga tras la derrota en Heliópolis.

Así que Laporta mantiene a Rijkaard, el entrenador se ofrece como escudo y los jugadores siguen de baja -Ronaldinho y Deco- o dimitidos pese a que la bronca de la hinchada ha llegado ya al campo de entrenamiento. Hay mucho ruido alrededor de una junta que se tapa los oídos y de un equipo silencioso, falto de pies y cabeza, de físico y carácter, de credibilidad y liderazgo, tan narcisista que se ha convertido en su peor enemigo.

Los azulgrana han pasado de ser colíderes al inicio del partido del Calderón a terceros después de la remontada del Betis. Marzo es horroroso para el Barça, presa de su holgazanería, incapaz de cerrar un partido, necesitado de un reactivo o, simplemente, de un gesto de rebeldía. Hay coincidencia en que la culpa es de los jugadores y, sin embargo, gozan de impunidad dentro y fuera de la cancha.

La vida contemplativa se impone en el Camp Nou para suerte de equipos como el Villarreal, convertido ya en el peor adversario para el Madrid tras encadenar su noveno partido sin perder y ser el mejor visitante del campeonato. El cuadro amarillo no pierde precisamente desde el 27 de enero en el Bernabéu. A la estabilidad institucional ha unido un plan de juego que funciona estupendamente.

Frente a un Barça enfermizo, el Villarreal tiene una gran riqueza futbolística. La única duda es si al final le podrá la presión como le ocurrió al principio cuando el bipartidismo ya estaba en duda.

El Madrid alcanzó un triunfo terapéutico porque batió al Sevilla, que le tenía comida la moral, y porque su fútbol tuvo entusiasmo después de la desmoralización que supuso su derrota ante el Valencia. No fue rival el Sevilla, más manso que nunca. Así que respira hondo el Bernabéu mientras vuelan pañuelos en Mestalla y Montjuïc porque el Valencia sólo piensa en la Copa y al Espanyol le sobra media Liga.

La peor tensión se vivió en la cola, en Valladolid, A Coruña y Huelva. El descenso amenaza a varios equipos mientras el título está más cerca del Madrid.

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