Reportaje:

Alonso no logra despegar

Pese a las mejoras aerodinámicas, el español queda 13º, a 1,8 segundos de Hamilton

Hubo un guiño muy significativo de uno de los colaboradores de Fernando Alonso a Luis García Abad, representante del piloto español, en el momento en que entró en el pabellón de Renault tras finalizar los entrenamientos de ayer en Montmeló. Estaba claro que algo no funcionaba. Por primera vez en toda la pretemporada de la fórmula 1, se detectó una situación de nervios en el seno del equipo, justo en los primeros ensayos en los que aparecieron los pesos pesados, encabezados por Pat Symonds, director ejecutivo, y Bob Bell, director técnico.

La situación fue de cierto espanto. Y no era par...

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Hubo un guiño muy significativo de uno de los colaboradores de Fernando Alonso a Luis García Abad, representante del piloto español, en el momento en que entró en el pabellón de Renault tras finalizar los entrenamientos de ayer en Montmeló. Estaba claro que algo no funcionaba. Por primera vez en toda la pretemporada de la fórmula 1, se detectó una situación de nervios en el seno del equipo, justo en los primeros ensayos en los que aparecieron los pesos pesados, encabezados por Pat Symonds, director ejecutivo, y Bob Bell, director técnico.

La situación fue de cierto espanto. Y no era para menos. Cuando queda sólo una jornada de trabajo en el circuito barcelonés, Renault parece seguir sin encontrar el coche que desea. Y el problema es que éstas son las últimas pruebas antes del inicio del Mundial, el 16 de marzo en Australia.

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Los pequeños cambios aerodinámicos que se probaron -un alerón vertical lateral, leves modificaciones en el alerón anterior y el posterior y retoques en la suspensión trasera- aportaron más bien poco. El coche no funcionó. Y la muestra es que Alonso concluyó la jornada el 13º, a 1,8 segundos del McLaren de Lewis Hamilton, que logró el mejor tiempo: 1m 21,234s.

"Es obvio que ésta no es nuestra mejor situación", se quejó Nelsinho Piquet, compañero de Alonso y penúltimo, a 2,2 segundos de Hamilton; "delante de nosotros estaban Spyker y Honda. Nuestra batalla no será con ellos ni tampoco con Ferrari y McLaren, que están por delante. Nosotros lucharemos con Williams, BMW y Red Bull. Pero los entrenamientos están para probar cosas".

Alonso estuvo mucho rato encerrado en el taller con los ingenieros. "Hay implicación. En la escudería se trabaja 24 horas al día para llegar a Australia en las mejores condiciones. Unas veces parece que damos un paso adelante y otras un paso atrás. Pero estoy convencido de que llegaremos a la primera carrera en situación de luchar con los adversarios que nos toca", dijo hace unos días.

Felipe Massa, quinto, por detrás de los dos McLaren, de Raikkonen (Ferrari) y Rosberg (Williams), fue contundente. "Renault va a mejorar, pero hoy nuestro rival es McLaren. Alonso era más contrincante para nosotros cuando estaba en la escudería británica", sentenció.

Giancarlo Fisichella, que ayer presentó su equipo de GP2 con los españoles Andy Soucek y Adrián Vallés como pilotos, agregó: "Los comentarios de Alonso sobre el coche no son positivos. No están al nivel de 2005 y 2006. Pero Renault puede remontar".

Fernando Alonso, ayer tras los entrenamientos en Montmeló.AFP

Montmeló prohíbe las pancartas

No hubo pancartas en el circuito de Montmeló durante la penúltima sesión de entrenamientos previos al inicio del Campeonato del Mundo. Las únicas que aparecieron, un par, fueron retiradas de inmediato por los controles de seguridad a pesar de que no eran en absoluto ofensivas para nadie.

"Aludían a Fernando Alonso y se referían a que sólo él podía sacar rendimiento al R28", afirmó una fuente del circuito. Tal vez por este motivo los aficionados que acababan de desplegar sus pancartas y habían pagado los seis euros de la entrada se molestaron un poco con la organización. El lunes también habían sido retiradas algunas pancartas. Y ayer sólo podía verse en la grada principal, frente a boxes, una pequeña bandera española con un Renault pintado en la parte amarilla.

"No ha habido ningún incidente", aseguró Ramón Praderas, director del Circuit de Catalunya. "Lo que ocurre es que durante las sesiones de entrenamientos preferimos que no haya pancartas en la grada. Los equipos han alquilado nuestra instalación y entendemos que no es el momento para lanzar mensajes de apoyo a ningún piloto".

Esta posición es consecuencia de los incidentes que se produjeron hace unas semanas, cuando un pequeño grupo de aficionados increpó a Lewis Hamilton con gritos e insultos de índole racista.

La Federación Internacional Automovilística (FIA) dio entonces un serio aviso y amenazó incluso con suspender el Gran Premio de España si se reproducían tales situaciones. Ante ello, los responsables del circuito doblaron las medidas de seguridad al respecto.

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