Reportaje:

Otra obra faraónica sin contenido

Ourense busca usos para el macroproyecto cultural del complejo San Francisco

Ourense tiene su Gaiás particular. Más de 60.000 metros cuadrados distribuidos en tres alturas en lo alto de la ciudad, en el complejo histórico-monumental de San Francisco, cercados por la polémica y por la inejecución empresarial. "El PP dejó en herencia una obra con ínfulas faraónicas", señalan fuentes municipales del BNG haciendo hincapié en el diseño de un complejo cultural basado en la construcción de una biblioteca pública de 11.000 metros cuadrados por planta -y tiene tres- en la que se distribuirán diversos despachos a tenor de 400 metros cuadrados cada uno. "Es como la bibliot...

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Ourense tiene su Gaiás particular. Más de 60.000 metros cuadrados distribuidos en tres alturas en lo alto de la ciudad, en el complejo histórico-monumental de San Francisco, cercados por la polémica y por la inejecución empresarial. "El PP dejó en herencia una obra con ínfulas faraónicas", señalan fuentes municipales del BNG haciendo hincapié en el diseño de un complejo cultural basado en la construcción de una biblioteca pública de 11.000 metros cuadrados por planta -y tiene tres- en la que se distribuirán diversos despachos a tenor de 400 metros cuadrados cada uno. "Es como la biblioteca de Alejandría, pero aquí no conseguiremos llenarla ni de libros ni de usuarios", sostienen desde el grupo de gobierno del Ayuntamiento.

"No conseguiremos llenarlo ni de libros ni de usuarios", dice el gobierno
En el edificio, tras dos años de abandono, asoman ya las humedades
El BNG propuso convertirlo en un hotel de lujo para los turistas

Están afanados ahora en la búsqueda de alternativas al diseño del inmueble, paralizado desde hace dos años, mientras contemplan ya las humedades en él. A su lado, el claustro de San Francisco (siglo XIV, gótico y declarado Monumento Nacional en 1923), que habría de destinar sus 7.000 metros cuadrados por planta a sala de exposiciones, hace aguas, comido por el verdín de la desidia y sin que se haya apuntalado de momento ni una piedra.

El origen de la obra tiene que ver con las buenas relaciones que en su día mantuvieron el ex alcalde del PP Manuel Cabezas y el entonces ministro de Cultura, Mariano Rajoy. Ambos firmaron en 1999, a 15 días de las elecciones, un protocolo por el que el Ayuntamiento se desprendía de este bien patrimonial comprado para la ciudad por el ex regidor socialista Manuel Veiga Pombo en 1992, tras desmantelar el cuartel que lo ocupaba desde el siglo anterior. Cabezas deshizo la operación y se lo cedió al Estado por 90 años. A cambio, el Ministerio de Cultura se comprometía a recuperar el convento y a realizar obra de nueva ejecución con una inversión de 5.000 millones de pesetas. Pero casi una década después, las obras están paradas, deterioradas y su destino es una incógnita.

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La Unión Temporal de Empresas (UTE) Construcciones de Castilla -vinculada al PP, según sostienen desde el BNG- resultó adjudicataria en 2000. Las cláusulas del contrato establecían que si en cuatro años no se finalizaba la construcción, la cesión del terreno e inmuebles revertirían al Ayuntamiento. Y eso fue lo que, tras la llegada del PSOE al Gobierno, se demandó. En 2006 sólo se había ejecutado el 80% de las obras en el archivo y la biblioteca, mientras que el claustro, con el musgo ya crecido, continuaba su deterioro.

Pero el Gobierno no pudo hacer una nueva adjudicación porque Construcciones de Castilla recurrió judicialmente la decisión del Ministerio de Cultura y la obra quedó paralizada. Hasta ahora. El alcalde orensano obtuvo hace unos días un compromiso del Ministerio de Cultura de rescindir el contrato a la empresa y adjudicárselo a la siguiente de la lista.

Esto, sin embargo, sólo soluciona un problema. Porque los socios del nuevo gobierno local no tienen claro el destino del "descomunal" proyecto. Ambos grupos sostienen que ésta es, junto con el acceso al centro y el planeamiento urbanístico, la principal lacra de la herencia del PP. El sector nacionalista del gobierno municipal, responsable del área de Cultura, se apresuró a proponer la conversión del convento en hotel de cinco estrellas: una especie de parador turístico. También baraja la posibilidad de albergar ahí los legados bibliográficos de destacados intelectuales orensanos que ahora tiene en depósito la Diputación. Pero no hay nada decidido porque cualquier acción "supone una inversión millonaria".

Las continuas negociaciones encaminadas a desbloquear la paralización de las obras llevaron al alcalde socialista a entrevistarse con el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y al vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, a incluir la transferencia del claustro a la Xunta dentro del paquete que negoció con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a cambio del voto negativo a la reprobación de la ministra de Fomento. Nada se ha concretado, sin embargo, sobre el traspaso de los recursos económicos necesarios para finalizar las obras.

El broche de oro a los "despropósitos" de este complejo cultural lo pone el auditorio, inaugurado por Manuel Fraga en marzo de 2005, tres meses antes de las autonómicas. "Estaba diseñado para instalarlo en la zona universitaria, pero Cabezas decidió situarlo en el complejo de San Francisco y, entre otras incongruencias, como el hecho de que la cafetería sea interior y no tengan acceso directo a ella los proveedores, hay serios problemas de evacuación", destaca el gobierno local, que ya se plantea la reforma.

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