Los hijos de Zidane

Antes de pasar a la historia, Karim Benzema (Lyon, 20 años) ya tenía una frase célebre. "Reíos, reíos, pero yo estoy aquí para quitaros el puesto". La frase surgió antes del partido que enfrentaba a su equipo, el Olympique de Lyon, con el Metz. Era su posible debut, su primera convocatoria con el equipo más laureado de Francia, y los veteranos, a sabiendas de su timidez, obligaron al punta a hacer un discurso.

Se rieron cuando Benzema balbuceó algunas palabras y, soliviantado, les espetó la famosa frase. Aquel día jugó pocos minutos, pero desde entonces no ha parado: ahora es la sensaci...

Antes de pasar a la historia, Karim Benzema (Lyon, 20 años) ya tenía una frase célebre. "Reíos, reíos, pero yo estoy aquí para quitaros el puesto". La frase surgió antes del partido que enfrentaba a su equipo, el Olympique de Lyon, con el Metz. Era su posible debut, su primera convocatoria con el equipo más laureado de Francia, y los veteranos, a sabiendas de su timidez, obligaron al punta a hacer un discurso.

Se rieron cuando Benzema balbuceó algunas palabras y, soliviantado, les espetó la famosa frase. Aquel día jugó pocos minutos, pero desde entonces no ha parado: ahora es la sensación del fútbol francés, con 15 goles en 23 partidos, y junto a los medios Ben Arfa y Nasri, los tres de origen magrebí, representa la regeneración de la Francia futbolística. Hoy esperará su turno por detrás de Henry y Anelka.

"Benzema es como Morientes en su mejor momento", le define Luis Fernández

Con sus 182 centímetros, Benzema es un goleador de manual. Le comparan con Zidane, por su origen argelino y un cierto aire físico, y con Henry, pero Luis Fernández, ex entrenador francés del Athletic y el Betis, es más certero: "Es como Morientes en su mejor momento. No destaca por su potencia, Henry tiene más. Tampoco es explosivo, le falta tocar más el balón, pero tiene mucho de todo eso y convierte en gol todo aquello que debería ser gol". Karim debutó en la Primera francesa con 17 años y poco a poco se ha consolidado como el penúltimo producto de una fructífera cantera.

Tanto Benzema como Harem Ben Arfa (Clamart, 20 años), que corre a su costado en el Lyon, pueden jugar hoy con Francia. Benzema y Ben Arfa son amigos, y se necesitan en el campo. Ben Arfa, hijo de un internacional tunecino, quiso desde niño triunfar con Francia, en una selección que suele tener overbooking en todos los puestos. Roger Lemerre le llamó para jugar con Túnez el Mundial de 2006, pero el jugador lo rechazó pese a que Houllier apenas contaba con él en el Lyon.

La llegada de Alain Perrin al Olympique le ha rehabilitado. El nuevo técnico ha apreciado su gusto por el desborde y el regate, y sus cualidades de jugador incendiario que ratificó ante el Stuttgart en Champions, con dos goles, el segundo fantástico, al más puro estilo de la escuela brasileña. "Si Benzema es el gol, Ben Arfa es el pase. Es una pareja impresionante. Dos jugadores muy distintos para un mismo objetivo", afirma Luis Fernández.

Juntos consiguieron en 2004 el Europeo sub 17 tras vencer a la España de Cesc y Piqué. Lo hicieron con el tercer talento de la nueva Francia, Samir Nasri, que ayer jugó en la selección B contra la República Democrática del Congo (0-0). A Nasri (Marsella, 20 años), las concordancias con Zidane le perseguirán toda la vida: marsellés de origen argelino, comparten representante y juega en la misma posición. Sí, es un poco más bajito (1,78 metros frente a 1,85), pero su juego tiene ciertos parecidos.

"Cuando reculo lo hago para prestar un servicio, pero prefiero evolucionar más cerca de la zona de la verdad", dice Nasri. Benzema no tiene dudas al elegir a su ídolo: Ronaldo. Y a Ben Harfa le comparan con Malouda. Varios equipos siguen sus pasos. "Sus representantes quieren que Benzema madure en el Lyon para venderlo en su mejor momento", señala Fernández. A Ben Arfa y Nasri les pasa igual. El mercado se ha abierto. Los hijos de Zidane ya son mayores de edad.