"No odio a los estadounidenses. Sólo odio a Bush"
Guantánamo es una fábrica de musulmanes y una trituradora de derechos humanos. En el campo de detención construido en Cuba hace ya seis años al margen de la ley por Estados Unidos, el británico Ruhal Ahmed aprendió un par de idiomas (árabe y pastún) y a confiar ciegamente en Alá.