Molina Ciges en su estudio

La obra de Molina Ciges (Anna, 1938) vuelve a Valencia. Y lo hace de una manera muy personal, con una intromisión en el universo personal de su propio estudio, el marco de trabajo de este artista personal que ha sabido encontrar su propio lenguaje con la utilización de una iconografía clásica a la que dio un tratamiento oscuro, rasgado y hasta tenebroso en algunos casos. La trayectoria de este artista singular, que se formó en una época de convivencia entre la pintura tradicional y las nuevas corrientes, se ha caracterizado por el oficio y una extraordinaria riqueza de factura, además de un cu...

La obra de Molina Ciges (Anna, 1938) vuelve a Valencia. Y lo hace de una manera muy personal, con una intromisión en el universo personal de su propio estudio, el marco de trabajo de este artista personal que ha sabido encontrar su propio lenguaje con la utilización de una iconografía clásica a la que dio un tratamiento oscuro, rasgado y hasta tenebroso en algunos casos. La trayectoria de este artista singular, que se formó en una época de convivencia entre la pintura tradicional y las nuevas corrientes, se ha caracterizado por el oficio y una extraordinaria riqueza de factura, además de un cuidado extremo por el color. La exposición Desde el estudio, que presenta la galería Rosalía Sender hasta el 1 de marzo, es fruto del trabajo de dos años en los que el artista trabaja sobre los coloristas bodegones y los fondos cerámicos que ya representó en los sesenta, así como en las figuras griegas de su primera época. El juego de los collage se combina con una expresividad colorista que se revela como característica de su estilo.Una muestra más de ese universo artístico que, con el trasfondo de sus obsesiones, el pulso de su entorno físico y la plasmación en el lienzo de sus vivencias, han hecho de Molina Ciges uno de los grandes artistas valencianos contemporáneos.