Reportaje:

Ronaldinho, "a su ritmo"

Rijkaard, técnico del Barça, sugiere que "no hay que esperar demasiado del delantero"

Parece haber perdido tanta trascendencia en el juego del Barça como las exigencias y expectativas del técnico. El regreso de Ronaldinho, veinte minutos ante el Villarreal en los cuartos de final de la Copa, fue esclarecedor. Se desentendió del juego colectivo y apenas combinó con los compañeros, excepto con Messi. Se movió poco en el ataque, remató dos veces desviado, cometió una dura falta sobre Venta y perdió dos balones de los cinco que tocó. Mientras parte de la afición está rendida por las prestaciones servidas antaño, la otra, con la mosca tras la oreja, silba con timidez. Algo que no pr...

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Parece haber perdido tanta trascendencia en el juego del Barça como las exigencias y expectativas del técnico. El regreso de Ronaldinho, veinte minutos ante el Villarreal en los cuartos de final de la Copa, fue esclarecedor. Se desentendió del juego colectivo y apenas combinó con los compañeros, excepto con Messi. Se movió poco en el ataque, remató dos veces desviado, cometió una dura falta sobre Venta y perdió dos balones de los cinco que tocó. Mientras parte de la afición está rendida por las prestaciones servidas antaño, la otra, con la mosca tras la oreja, silba con timidez. Algo que no preocupa a la directiva y al cuerpo técnico, condescendientes y con la esperanza de recuperar al mejor Ronaldinho. Su atípica pretemporada, en plena competición, ha concluido. Ahora le faltan minutos de rodaje. Hoy, ante Osasuna y en el Camp Nou, puede alcanzar los 200 partidos como azulgrana. Pero probablemente estará en el banquillo de inicio.

Después del clásico, el 23 de diciembre, Ronaldinho aseguró padecer una tendinitis rotuliana, elástica lesión que le ha servido para ponerse en forma. "Ronnie ha hecho un buen trabajo específicamente para recuperarse de sus molestias y ganar fuerza física", contó ayer Frank Rijkaard, el técnico del Barça. Carreras por la montaña, sprints en las cuestas del Camp Nou, ejercicios con arnés y múltiples sesiones de resistencia y fuerza. El 10 azulgrana, que rechazó disputar la Copa América en el verano para estar a punto en el nuevo ejercicio - "trabajo para que sea mi mejor año", dijo- ha sudado la tinta gorda en el invierno. "Ahora está con nosotros y eso es un buen detalle", expuso el entrenador. Pero desveló el plan inmediato del jugador: "Hay que seguir tranquilamente, no esperar demasiado de él porque no ha jugado muchos partidos. Tiene que ir a su ritmo. Me parece normal que después de tanto tiempo no se puedan cambiar todas las cosas".

Lesionado Puyol y con Touré en la Copa de África -Márquez ocupa el medio centro-, el Barcelona presentará hoy una zaga inusual. "Con Thuram, Milito y Oleguer podemos resolverlo. Y si pasa algo, hay que inventar y serían Edmilson o Márquez", desveló Rijkaard. El ataque parece estar más claro. Ronaldinho empieza desde el banco. "Esto necesita tiempo. Trabajamos con tranquilidad, con buena esperanza", concluyó el técnico.

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