Una dirección socialista inmóvil
La gestora de Lerma cumple dos meses con una gestión de muy bajo perfil
"La gestora ha asumido la gestión administrativa del partido. Una administración concursal, como si de una suspensión de pagos se tratara. Y poco más". Así ve un miembro del Comité Nacional del PSPV el papel de la gestora, que este miércoles cumplirá dos meses al frente de la dirección de los socialistas valencianos. Se han derivado las responsabilidades políticas a los grupos institucionales, que no tienen referencia. "La sensación es que nadie dirige esto, lo que da pie a todo tipo de decisiones individualistas", concluye este dirigente.
¿Por qué la gestora ha optado por un perfil tan...
"La gestora ha asumido la gestión administrativa del partido. Una administración concursal, como si de una suspensión de pagos se tratara. Y poco más". Así ve un miembro del Comité Nacional del PSPV el papel de la gestora, que este miércoles cumplirá dos meses al frente de la dirección de los socialistas valencianos. Se han derivado las responsabilidades políticas a los grupos institucionales, que no tienen referencia. "La sensación es que nadie dirige esto, lo que da pie a todo tipo de decisiones individualistas", concluye este dirigente.
¿Por qué la gestora ha optado por un perfil tan bajo? Máxime cuando el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, presentó a este órgano, que tomó las riendas del PSPV el pasado 18 de octubre, tras la dimisión de Joan Ignasi Pla. Algunos socialistas valencianos apuntan a que varios de los miembros de la dirección provisional ocupan responsabilidades en Madrid y tienen complicado dirigir el partido a 350 kilómetros de distancia. Es el caso del presidente y portavoz del PSOE en el Senado, Joan Lerma, o de la vicepresidenta y secretaria de Estado de Cooperación, Leire Patín. O de la responsable del área económica del PSPV y secretaria de Economía del PSOE, Inmaculada Rodríguez Piñero.
En ausencia de los responsables, Boix y Sarrià gobiernan el partido
La confección de listas y el congreso son las únicas tareas que siguen
En su ausencia, el secretario de Organización y concejal de Gandia, Alfred Boix, y el que fuera secretario de Organización con Pla, Vicent Sarrià, los que se han quedado al frente de Blanquerías, sede del PSPV-PSOE, y gobiernan en realidad el partido.
"La coyuntura", agrega otro dirigente de Valencia en alusión a la cercanía de la campaña electoral a las generales, "favorece el bajo perfil político de la gestora que preside Lerma. La militancia no está por las polémicas ni por cuestionar nada, porque quien acaba recibiendo la patada es la vicepresidenta y cabeza de lista por Valencia, María Teresa Fernández de la Vega, así como el resto de candidatos". Un socialista crítico con el papel de gestora abunda en la idea de provisionalidad. "Se actúa como si se tratase de una gestora para dos o tres meses, cuando la realidad es que la interinidad durará de 11 a 12 meses, un periodo en el que no cabe más remedio que ejercer la dirección política".
El sector crítico con la dirección provisional pensaba en principio y continúa pensándolo ahora: "No se puede hacer una campaña electoral ni con una dirección política amortizada ni con una gestora. El aparato electoral es el mismo que perdió y perdió. Por eso era preferible un congreso extraordinario", añaden. Esta parálisis, en opinión de uno de los posibles candidatos a las elecciones de marzo, responde a "una decisión premeditada de dar sensación de tranquilidad", mientras, por otro lado, se trabaja la cuestión más orgánica.
Así, la falta de iniciativa, el quietismo, el inmovilismo -cada uno lo define a su manera- que agarrota al PSPV dificulta y entorpece la campaña concebida por el equipo electoral de Fernández de la Vega, que revisa en estos momentos la estrategia para los próximos meses tras sufrir en sus carnes la hostilidad con que el PP ha recibido a la candidata del PSOE.
Reconocen en el seno del PSPV que el equipo electoral de la vicepresidenta está desconcertado con la situación. El socialismo valenciano ha perdido músculo tras años de derrotas electorales y disputas internas. Esa parece la explicación más plausible para justificar el aplazamiento de una convención socialista que debía haberse celebrado el pasado fin de semana en Valencia, con la vicepresidenta del Gobierno. Por prudencia, el comité electoral optó por suspender un acto por miedo a no cubrir las expectativas.
El proceso de confección de candidaturas y la preparación del congreso extraordinario de 2008, del que saldrá la nueva dirección, son las únicas tareas que siguen su curso. Hoy arrancan las consultas en las agrupaciones socialistas para que se pronuncien sobre sus candidatos preferidos, aunque al final, como ya se ha visto en otros procesos, será la Comisión Gestora del PSPV la que ordene la lista de nombres y envíe la propuesta a Ferraz.
Las candidaturas de las generales serán la primera prueba de fuego para la Gestora, que hasta la fecha apenas se ha mojado en ningún tema trascendente. Como ha ocurrido en otras ocasiones, ahí se verá quién sale con ventaja de cara al congreso nacional del PSPV-PSOE previsto para el verano de 2008. Porque en política, ya se sabe, que gozar de una buena tribuna pública es imprescindible para optar al puesto.