Cañizares gana otra batalla

A punto de cumplir los 38 años, Cañizares gana su última batalla. La que libraba en los últimos meses con su compañero en la portería del Valencia, el internacional alemán Hildebrand, que cuenta 28 años.

Alternaron errores, recelos y titularidad en un tercio infame de la Liga para la meta de Mestalla, entre las más goleadas (23 tantos). Hasta que llegó el nuevo entrenador, Ronald Koeman, hace un mes, y entendió que debía elegir definitivamente a uno de los dos. Optó por la estabilidad que creía que le podría dar Cañizares, que ha ido afianzándose hasta ser el que siempre fue: un portero...

A punto de cumplir los 38 años, Cañizares gana su última batalla. La que libraba en los últimos meses con su compañero en la portería del Valencia, el internacional alemán Hildebrand, que cuenta 28 años.

Alternaron errores, recelos y titularidad en un tercio infame de la Liga para la meta de Mestalla, entre las más goleadas (23 tantos). Hasta que llegó el nuevo entrenador, Ronald Koeman, hace un mes, y entendió que debía elegir definitivamente a uno de los dos. Optó por la estabilidad que creía que le podría dar Cañizares, que ha ido afianzándose hasta ser el que siempre fue: un portero de garantías, como demostró el sábado en Pamplona ante Osasuna (0-0). Y ayer Koeman firmó la presumible sentencia de Hildebrand en el club de Mestalla. Lo excluyó de la convocatoria para viajar hoy a Londres, donde mañana se enfrenta en la Champions al Chelsea con la única y remota esperanza de clasificarse tercero de grupo y pasar a disputar la Copa de la UEFA.

"¿Cómo estás?", le preguntó el técnico a Hildebrand, que había padecido una lumbalgia. "Bien", respondió éste con la esperanza de entrar en la lista de los 20 elegidos. No fue suficiente.

Fin de la historia para Hildebrand, llegado a Mestalla en el verano con la carta de libertad del Stuttgart, recién proclamado campeón de la Bundesliga. Pero con la cruz de haber sido firmado por el anterior director deportivo, Amedeo Carboni, defenestrado en su guerra abierta con el entonces técnico, Quique Flores. Éste desconfió de Hildebrand desde el primer día, lo mismo que Koeman.

Una víctima más de la feroz competencia con la que suele emplearse Cañizares con quien pueda suponer una amenaza para él. Lo fue durante años Palop, que emigró para encontrar la gloria en el Sevilla. Y en esa línea van las declaraciones de la semana pasada de Cañizares: "Yo ya dije que no había necesidad de fichar otro portero", advirtió como si presagiara el fin de la aventura valencianista de Hildebrand. Ahora llega el mercado de invierno para que lo explore el meta alemán si quiere llegar en condiciones a la próxima Eurocopa de Austria y Suiza.

Ante las bajas de Albelda, Joaquín y Angulo, Koeman ha llamado a tres jóvenes del filial: el medio Montoro y los defensas Jaume y Lombán.