Bernadette piropea a Hillary Clinton

La esposa de Chirac se ofrece a la candidata

Bernadette Cordón de Courcel, la aristocrática, conservadora y muy católica esposa del ex presidente Chirac, quiere "ser útil" a la elección de Hillary Clinton, una candidata que, según la ex primera dama francesa, tiene "una inteligencia prodigiosa" y una "experiencia extraordinaria". En su día, en 1995, Hillary acompañó a Bernadette durante un viaje a la Corrèze, feudo electoral de los Chirac, y ahora le quiere devolver el favor. "Sabe que la respaldo. La pediré que me invite a la convención demócrata en Denver, en agosto. Me interesa mucho".

La contribución de madame Chirac a ...

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Bernadette Cordón de Courcel, la aristocrática, conservadora y muy católica esposa del ex presidente Chirac, quiere "ser útil" a la elección de Hillary Clinton, una candidata que, según la ex primera dama francesa, tiene "una inteligencia prodigiosa" y una "experiencia extraordinaria". En su día, en 1995, Hillary acompañó a Bernadette durante un viaje a la Corrèze, feudo electoral de los Chirac, y ahora le quiere devolver el favor. "Sabe que la respaldo. La pediré que me invite a la convención demócrata en Denver, en agosto. Me interesa mucho".

La contribución de madame Chirac a que Hillary Clinton pueda transformarse en bandera de la lucha de las mujeres en el mundo queda condicionada a la evolución de los sumarios judiciales en que Bernadette Chirac aparece implicada, entre ellos los 40.000 euros que recibió, en forma de billetes, por la compañía Euralair, hoy desaparecida por quiebra. Entre los vuelos regalados por la compañía destaca una ida y vuelta París-Brive para asistir a la confección de "la mayor tortilla de setas del mundo".

Si para Jacques Chirac el alejamiento del poder ha sido causa de depresión, a Bernadette le ha insuflado un ánimo guerrero. No sólo quiere participar en la campaña de Hillary, sino que arremete abiertamente contra los antiguos "amigos" convertidos al sarkozysmo. Así, el día de la presentación de la exposición Giacometti en el Pompidou, al cruzarse con el millonario patrocinador Bernard Arnault le espetó: "¿No saluda usted a una muerta?". Arnault procedió al besamanos de rigor.

Bernardette Chirac, con Hillary Clinton.REUTERS

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