Ordenador para uso intensivo
El ordenador de sobremesa ofrece más prestaciones y capacidad que un portátil de precio similar y, sobre todo, funciona continuamente sin que se caliente en exceso y envejezca antes. La compra de un portátil es indicada cuando se está de un lado para otro o se usa esporádicamente. Pero, cuando hay un uso intensivo, el sobremesa es mejor. Un equipo que debe rondar los 1.000 euros para que sea robusto.
Se tiene así una placa gráfica potente, un disco de 320 GB o más y múltiples entradas y salidas, incluida la señal de TV, como el M7770 de HP. Sus prestaciones no difieren mucho de un sobre...
El ordenador de sobremesa ofrece más prestaciones y capacidad que un portátil de precio similar y, sobre todo, funciona continuamente sin que se caliente en exceso y envejezca antes. La compra de un portátil es indicada cuando se está de un lado para otro o se usa esporádicamente. Pero, cuando hay un uso intensivo, el sobremesa es mejor. Un equipo que debe rondar los 1.000 euros para que sea robusto.
Se tiene así una placa gráfica potente, un disco de 320 GB o más y múltiples entradas y salidas, incluida la señal de TV, como el M7770 de HP. Sus prestaciones no difieren mucho de un sobremesa o incluso un portátil más económico porque son pocos los detalles que marcan la diferencia, como la fuente de alimentación de bajo consumo y ruido, el chasis robusto y el conjunto de componentes para múltiples aplicaciones.
Si en un portátil las diferencias de precio se aprecian en peso y diseño externo, en los sobremesa sólo se notan con el uso continuado. Otra ventaja es que se puede poner cualquier monitor, ahora que incluso los de 22 pulgadas son asequibles. Una diferencia de 200 euros, el 20% del precio total, se nota mucho más en un sobremesa que en un portátil.