Atrapado por el dólar

Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, dice de Rodrigo Rato que es un "experto en burbujas". Quizás por eso vendiera su casa en Dupont Circle justo antes de que estallara la crisis hipotecaria en EE UU. "No soy ningún experto. Simplemente tuve suerte", precisa, mientras explica que Washington no se ve tan afectada por la crisis inmobiliaria como otras zonas del país.

Donde Rato reconoce estar atrapado es en el tipo de cambio euro-dólar, porque no sabe cómo mandar ahora sus ahorros hacia España. "¿Alguien tiene alguna idea brillante?", pregunta mientras chupa la patilla de la gaf...

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Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, dice de Rodrigo Rato que es un "experto en burbujas". Quizás por eso vendiera su casa en Dupont Circle justo antes de que estallara la crisis hipotecaria en EE UU. "No soy ningún experto. Simplemente tuve suerte", precisa, mientras explica que Washington no se ve tan afectada por la crisis inmobiliaria como otras zonas del país.

Donde Rato reconoce estar atrapado es en el tipo de cambio euro-dólar, porque no sabe cómo mandar ahora sus ahorros hacia España. "¿Alguien tiene alguna idea brillante?", pregunta mientras chupa la patilla de la gafa. "Estoy como todo el mundo, dándole vueltas para ver cómo lo hago. No parece que sea fácil", explica. Y por lo que dijo ayer ante el plenario de la asamblea anual del FMI, parece que tendrá que esperar.

El director gerente señala un riesgo real de una caída abrupta del dólar y de una apreciación rápida del euro. Esta combinación podría tener consecuencias en el crecimiento y en la confianza. Y su temor está en que estos movimientos disparen los sentimientos proteccionistas. "Hay un riesgo de que los tipos de cambio de países con tasas de cambio flexibles -incluida la zona euro- puedan dañar sus perspectivas de crecimiento y en esas circunstancias las presiones proteccionistas pueden empeorar", explicó.

Rodrigo Rato llegó a Washington en el arranque del verano de 2004, cuando el dólar ya llevaba dos años mostrando una clara debilidad respecto a su rival europea. Una depreciación que aceleró la crisis hipotecaria y que pone al director gerente en un aprieto a la hora de manejar su propia cartera. Rato dejó claro, en todo caso, que la reciente crisis financiera, que calificó de terremoto, no provocará una recesión en EE UU, aunque la incertidumbre persistirá y sus efectos se notarán durante un tiempo. Por eso pide que se trabaje en tapar las vulnerabilidades expuestas por la crisis.

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