De volante, Gudjohnsen

El cielo encapotado recibió ayer al Barcelona en Glasgow con media de hora de retraso respecto al horario previsto. Volvía a la expedición azulgrana Ronaldinho, que fue protegido al llegar a Escocia por los servicios de seguridad del aeropuerto ante la afición, que le aclamó. Aunque nada comparable con lo que le sucedió a Henry, que se llevó los mayores vítores.

Viajó el Barça dispuesto a conseguir hoy (20.45, Antena 3) su tercera victoria consecutiva en la Champions ante el Glasgow Rangers y lo hizo consciente de que le espera un rival muy exigente, con el que se medirá por vez ...

El cielo encapotado recibió ayer al Barcelona en Glasgow con media de hora de retraso respecto al horario previsto. Volvía a la expedición azulgrana Ronaldinho, que fue protegido al llegar a Escocia por los servicios de seguridad del aeropuerto ante la afición, que le aclamó. Aunque nada comparable con lo que le sucedió a Henry, que se llevó los mayores vítores.

Viajó el Barça dispuesto a conseguir hoy (20.45, Antena 3) su tercera victoria consecutiva en la Champions ante el Glasgow Rangers y lo hizo consciente de que le espera un rival muy exigente, con el que se medirá por vez primera en Europa. Los Rangers están listos para la batalla. El Barcelona, a su manera, también.

Contra el músculo, la pelota. No hay más porque el Barcelona nunca ha sido un equipo físico y, además, ha perdido uno tras otro a todos los jugadores que le pueden garantizar salir vivo en un cuerpo a cuerpo. El fichaje de Touré funcionaba a la perfección como muro por delante de la defensa y le permitió al Barça ganar en el medio campo la tensión que en tiempos pasados aportaban Márquez y Edmilson. Los tres están lesionados y frente al Villarreal se rompió Deco, el sexto jugador del equipo que padece problemas musculares. El portugués, un futbolista que no tiene recambio, será baja y tiene para cinco semanas por una rotura fibrilar.

Así que es la hora de Gudjohnsen, que jugó sus primeros minutos del curso en El Madrigal como sustituto del portugués y que debutará hoy como titular en Glasgow. Gudy, como le conoce el vestuario, salió al mercado el pasado verano. Una lesión en la rodilla, sin embargo, le sacó del escaparate. Y ayer casi se queda en tierra: se dejó el pasaporte y por su culpa la expedición azulgrana viajó a Glasgow con tres cuartos de hora de retraso.

Rijkaard tiene pocas opciones donde escoger: Crosas, centrocampista del filial, parece blando para un partido de tanta intensidad como el que se espera hoy frente al Rangers y Abidal, al que el entrenador probó en el medio durante la gira de la pretemporada por Japón, no está por la labor. "¿En el centro del campo? ¡Ufff! Yo soy un defensor", dijo Abidal al ser preguntado. "Si he de jugar, juego, pero...", zanjó el lateral francés.

"Gudjohnsen es un jugador de equipo que en el medio del campo garantiza trabajo y llegada", explicó ayer Rijkaard, que no confirmó una titularidad que parece cantada. "Jugó bien el rato que salió en Vila-real y acaba de marcar dos goles con su selección", advirtió Johan Neeskens. "Es mejor jugador de lo que se ha escrito", le defiende Unzue, ayudante de Rijkaard, el primer valedor del fichaje del islandés, por quien el Barcelona pagó 14 millones de euros al Chelsea. El curso pasado, en su primera temporada, Gudjohnsen jugó 41 partidos, 22 de titular, y marcó 12 goles. Lesionado Eto'o, apareció casi siempre en punta.

Txiki Begiristain, el director deportivo del club, advierte de que las cualidades de Gudjohnsen como medio por la izquierda serán muy útiles: "Deco es muy completo, con llegada y capacidad de recuperación, y atravesaba un gran momento. Pero Gudjohnsen tiene altura y capacidad física, dos rasgos que vamos a necesitar contra el Rangers, un equipo de ida y vuelta que nos exigirá mucho". "Al fin y al cabo, mi puesto natural es el de centrocampista", concluye Gudy, que ya ejerció de medio durante dos años en el Chelsea.

La consigna es clara: contra el músculo, el balón. Los técnicos transmiten al equipo la necesidad de abrazarse a la pelota como antídoto para el fútbol de choque escocés: "Los dos equipos tenemos estilos muy diferentes. El partido será bonito y nosotros lo debemos enfocar teniendo la pelota". La idea está definida, pero ya lo dice Neeskens: "Sabemos lo que necesitamos. Ya veremos si podemos llevar el partido a nuestro terreno".