Reportaje:

El 'caso Valverde' inquieta a la UCI

El presidente federativo, McQuaid, continúa acusando a España de ser un paraíso del dopaje

Hace unos días, poco después de haber solicitado a la Federación Española de Ciclismo que abriera expediente a Alejandro Valverde por su presunta implicación en la Operación Puerto y que no lo seleccionara para el Mundial de Stuttgart (desde hoy hasta el domingo), el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, envió una carta a Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, en la que, en tono furibundo, le acusaba de contemporizar con el dopaje, de permitir que España fuera un paraíso, de mirar para otro lado en la Operación Puerto. Ayer, 24 horas antes de que e...

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Hace unos días, poco después de haber solicitado a la Federación Española de Ciclismo que abriera expediente a Alejandro Valverde por su presunta implicación en la Operación Puerto y que no lo seleccionara para el Mundial de Stuttgart (desde hoy hasta el domingo), el presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI), Pat McQuaid, envió una carta a Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, en la que, en tono furibundo, le acusaba de contemporizar con el dopaje, de permitir que España fuera un paraíso, de mirar para otro lado en la Operación Puerto. Ayer, 24 horas antes de que el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) decida en Lausana si Valverde tiene derecho a correr el Mundial pese a la prohibición de la UCI, McQuaid repitió los mismos argumentos, ampliando su alcance por medio de varias entrevistas, en las que llega a afirmar, como en Le Monde, que "hay un verdadero problema con el dopaje en España. Desde hace varios años, los parámetros de las muestras de sangre de los ciclistas presentan más anomalías, o sea, síntomas de manipulación, que los de los corredores de otros países europeos".

El TAS decide hoy en Lausana sobre la participación del corredor en el Mundial

Lissavetzky ni contestó públicamente al primer ataque -simplemente recordó lo mucho que se ha hecho en España los últimos años contra el dopaje, comenzando, aparte de la ley penal, con la Operación Puerto- ni quiso entrar ayer en el juego de McQuaid: "Ahora hay que esperar lo que diga el TAS, no es el momento de hacer presión sobre ellos". En la federación española tampoco hablan públicamente, aunque fuentes cercanas interpretaron que todo responde a una estrategia de McQuaid para presionar al TAS. "La decisión del árbitro suizo no tiene nada que ver con un tema de dopaje, sino de reglamentos, de ver si un deportista puede ser vetado sin estar sancionado", explican estas fuentes. "Sin embargo, McQuaid, convirtiéndolo en un asunto de dopaje que, según él, protege España, quiere convertir al juez en un rehén que piense que su decisión puede interferir en la lucha contra la gran lacra".

En la federación tampoco pudieron confirmar si McQuaid, federativo irlandés cuya elección al frente de la UCI para suceder a Hein Verbruggen organizó Manolo Saiz, miente cuando habla de los parámetros sanguíneos de los españoles. "No lo sabemos, porque aunque llevamos meses pidiéndole esos datos se niega a enviarlos", dicen. "Sin embargo, también podemos decir que McQuaid falta a la verdad cuando dice que absolvemos a todos los dopados y que tiene que ser la UCI la que recurra para que el TAS le dé la razón. En los últimos cinco años, en el TAS se han visto cinco casos de dopaje de ciclistas españoles. En dos de ellos fueron los deportistas los que recurrieron una sanción española y a uno de ellos el TAS le rebajó a un año una suspensión de dos. En los otros tres casos, el TAS impuso sanción a dos que nosotros habíamos absuelto

[Aitor González y Óscar Grau] y en un tercero, el de Landaluze, nos dio la razón".

El caso Valverde, que comenzó cuando el comité organizador del Mundial amenazó a la UCI con suspenderlo si no había una limpia previa, no es el único tema que enfrenta a McQuaid con el universo ciclista. El irlandés mostró ayer su enfado porque el actual campeón del mundo, el italiano Paolo Bettini, se ha negado a firmar el compromiso ético contra el dopaje que le obligaba a dar su ADN. "Es una intromisión en mi vida privada", dijo el italiano. El Tour convirtió este compromiso en obligatorio y los equipos forzaron a sus corredores a firmarlo, pero la UCI no posee armas legales para prohibir a Bettini correr el domingo.

Alejandro Valverde.EFE

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