Crónica:Fútbol | Tercera jornada de Liga

El Atlético no sabe ganar

El Murcia desactiva el gol de Agüero y consigue un justo empate a diez minutos del final

Tercera jornada sin ganar. El Atlético tuvo ayer su primera oportunidad para conseguirlo, que desaprovechó a falta de diez minutos. Dos puntos en tres jornadas es un pobre resultado, sobre todo cuando un recién ascendido como el Murcia ya ha conseguido cinco, sin perder un partido. El de ayer fue un encuentro aburrido desde el minuto uno hasta el final. Pese a que el balón siempre estuvo en juego en las cercanías del área madrileña, un regate magistral de Agüero en el minuto 14 rompió el ritmo de los murcianos, que vieron cómo el argentino marcaba sin que el Atlético hubiera hecho nada para me...

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Tercera jornada sin ganar. El Atlético tuvo ayer su primera oportunidad para conseguirlo, que desaprovechó a falta de diez minutos. Dos puntos en tres jornadas es un pobre resultado, sobre todo cuando un recién ascendido como el Murcia ya ha conseguido cinco, sin perder un partido. El de ayer fue un encuentro aburrido desde el minuto uno hasta el final. Pese a que el balón siempre estuvo en juego en las cercanías del área madrileña, un regate magistral de Agüero en el minuto 14 rompió el ritmo de los murcianos, que vieron cómo el argentino marcaba sin que el Atlético hubiera hecho nada para merecerlo. Fue un gran gol que pudo haber espantado todos los fantasmas que rodean a este Atlético. A la postre, fue casi una anécdota.

MURCIA 1 - ATLÉTICO 1

Murcia: Notario; Pignol, Mejía, Arzo, Peña; De Lucas (Gallardo, m. 58), Movilla (Abel, m. 70), Richi, Regueiro; Baiano, e Iván Alonso (Goitom, m. 58).

Atlético Madrid: Leo Franco, Seitaridis, Pablo, Perea, Pernía; Maniche, Raúl García (Motta, m. 67); Maxi Rodríguez, Agüero (Reyes, m. 49), Simao; y Forlán (Mista, m. 79)

Goles: 0-1. M. 14: Agüero, tras una acción personal, dispara y el balón entra tras tocar el poste. 1-1. M. 80. Gallardo recibe el balón de Peña, recorta a un rival y marca.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Pignol, Peña, Arzo, Regueiro, Movilla, Seitaridis, Pablo y Perea.

Unos 32.000 espectadores en la Nueva Condomina.

En el minuto 24 el uruguayo Iván Alonso lanzó un disparo que se encontró con el cuerpo de su compañero Baiano. Esa fue la tónica del encuentro, una muestra más de la falta de efectividad de los murcianistas. Poco después, Richi remató con cierto peligro tras un pase del brasileño Baiano, que sacó milagrosamente Leo Franco. El debutante Movilla recibió la tarjeta amarilla por una dura entrada al argentino Agüero, que acabaría lesionado. Maxi Rodríguez apenas se dejó ver en una Nueva Condomina de la que seguro no guarda un buen recuerdo, ya que en este estadio se lesionó el año pasado jugando con su selección contra España.

Protegidos por el momentáneo 0-1, los de Javier Aguirre siguieron con la misma pasividad del primer tiempo. Los murcianos no frenaban sus ataques, infructuosos todos. Aguirre intuyó la que se le venía encima y dio entrada a Reyes, quien inyectó mordiente al equipo madrileño durante unos minutos. Pocos minutos.

El caso es que, poco después, Lucas Alcaraz movió ficha, intentando superar el juego destructivo, por entonces descaradamente destructivo, del Atlético. Hizo un doble cambio el técnico grana, dando entrada a Goitom y Gallardo. Su decisión tuvo consecuencias. El Murcia dominaba pero no lograba inquietar de veras al Atlético, que durante todo el encuentro se encontró muy cómodo, demasiado cómodo con su temprana ventaja. Pero a nueve minutos del final, Gallardo recibió un pase de Peña, y tras recortar hacia adentro, en un lance muy parecido al del gol de Agüero, lanzó el balón lejos del alcance de Leo Franco. Ahí se le fue el partido al Atlético, que no amagó más que con un remate de Simao. El Atlético espabiló tarde y demostró que no sabe ganar. El público jaleó cuando Leo Franco, ya en el minuto 88, corrió tras un balón que salía por la línea de fondo, después de haber sido pitado durante todo el partido por perder tiempo. Otros compañeros, sin embrago, parecieron sentirse aliviados al final con un empate para el que no acumularon precisamente méritos.

Pablo, en cuclillas, tras el gol del Murcia, celebrado por sus jugadores.EFE

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