Reportaje:Fútbol | Fase clasificatoria para la Eurocopa de 2008

La confusa España

La selección, envuelta en un discurso deprimente, no puede fallar ante la ínfima Letonia

Hace años que la gerontocracia federativa impide a la selección española despojarse de sus atavismos. Por ello, bajo un manto de naftalina, España resulta hoy un equipo deprimente: sus resultados no invitan a tirar confetis, su juego espanta, carece de liderazgo y el discurso general es confuso. Cuesta creer que a estas alturas, en un valle entre un viaje a la insignificante potencia futbolística de Islandia y una recepción a la advenediza Letonia -una de las contadas selecciones capaces de perder en Liechtenstein-, desde el cuartel general del reputado fútbol español se amplifiquen mensajes c...

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Hace años que la gerontocracia federativa impide a la selección española despojarse de sus atavismos. Por ello, bajo un manto de naftalina, España resulta hoy un equipo deprimente: sus resultados no invitan a tirar confetis, su juego espanta, carece de liderazgo y el discurso general es confuso. Cuesta creer que a estas alturas, en un valle entre un viaje a la insignificante potencia futbolística de Islandia y una recepción a la advenediza Letonia -una de las contadas selecciones capaces de perder en Liechtenstein-, desde el cuartel general del reputado fútbol español se amplifiquen mensajes como el lanzado por Xavi, un pretoriano que hoy cumplirá 50 partidos internacionales, guía de uno de los clubes más poderosos del planeta: "En situaciones puntuales no sabemos qué hacer".

Cuesta creer que los dos capitanes, Casillas y Albelda, reclamen una reunión con el seleccionador "para hablar de pequeñas cosas", según palabras de Luis Aragonés, el mismo que les abroncó -"porque soy vehemente"- en el descanso del encuentro en Reikiavik y luego les censuró públicamente. Cuesta creer que a profesionales de primer nivel el técnico les tuviera que exigir "mayor compromiso". "Me pidieron la reunión tras el partido de Islandia, hablamos un poco de todo, les recordé que en Reikiavik no hicieron lo que les dije y lo reconocieron; otras veces me han pedido cuestiones relacionadas con la convivencia; esta vez, nada, pero yo no he perdido el control y jamás he dudado de mis jugadores". ¿Y qué dicen los internacionales? "A nosotros nos pidió compromiso y nosotros a él que siga siendo como es, que nos hable a la cara", dijo Xavi sobre el entrenador que hace cortes de manga sin que le guíe su cabeza, el mismo que apeló a la negritud de Henry para motivar a Reyes y aquél que recibió un cortés ramo de flores de las autoridades de un afable pueblo alemán al grito de: "¿Flores a mí, que no me cabe un pelo de gamba...?".

Las cosas de Luis, le disculpan desde su coro. Las cosas de esta errática selección que se ha complicado su participación en la Eurocopa, el mínimo exigible para un fútbol que presume de rango. En medio de tal confusión, España recibe a Letonia, un rival tan irrelevante como capaz de destapar el estado comatoso del equipo. Y de Ángel Villar y sus asalariados, de cuyo altavoz nada se sabe, más pendientes de anclar sus puestos de forma vitalicia que de acudir a las urnas como les reclama el CSD.

En términos futbolísticos, Luis se plantea dar vuelo a Iniesta, su inesperado goleador en los últimos partidos. Y a Cesc, uno de los grandes misterios de España. Resulta que, a sus 20 años, uno de los jugadores más cerebrales, fuera y dentro del campo, que ha alumbrado el fútbol español, capaz de pastorear al Arsenal, no encuentra hueco en la selección. A Luis le encanta, pero le ve incompatible con Xavi. En España abundan los centrocampistas talentosos, y hasta se multiplica el elenco de delanteros titulares en equipos de máximo nivel: Raúl, Villa, Torres... Lo contrario que en Inglaterra o Italia, donde los goleadores son importados: Drogba (Chelsea), Torres (Liverpool), Abdebayor (Arsenal), Saha (Manchester), Ronaldo (Milan), Trezeguet (Juve), Ibrahimovic (Inter)... Luis tiene racimo, en el ataque y en el medio; lo que le faltan son defensas solventes. Aun así, no es argumento suficiente para justificar las penurias de España en un grupo tan ramplón. Pero a la selección hace años que le falta grandeza, que le falta un discurso moderno y coherente. Hoy todo es confusión y la cita con Letonia no es sino otro engorro en esta ulcerosa aventura en la que está embarcada España, que ya no puede permitirse un traspié. Dinamarca, que no Irlanda del Norte, es una seria amenaza.

España: Casillas; Sergio Ramos, Marchena, Juanito, Capdevila; Iniesta, Albelda, Xavi o Cesc, Silva; Torres y Villa.

Letonia: Vanins, Zirnis, Gorkss, Klava, Ivanovs, Bleidelis, Laizans, Astafjevs, Rubins, Verpakovskis, Karlsons.

Hora: 22.00 (TVE 1).

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